Malestar colectivo generó entre automovilistas y ciudadanos el cierre de la avenida Insurgentes, desde la calle Oaxaca hasta la avenida Jacarandas, tras una manifestación realizada por trabajadores sindicalizados del SUTSEM.
La mayoría de los inconformes fueron automovilistas quienes al pasar por la zona en tono molesto declararon que este tipo de bloqueos afecta gravemente la movilidad urbana y aseguraron que los trabajadores sindicalizados del SUTSEM desde hace años utilizan estas acciones para presionar al gobierno en turno.
Al respecto, el ciudadano Arturo Martín Pérez Marín opinó que este tipo de prácticas no son nuevas y recordó que en administraciones anteriores, el sindicato encabezado por Águeda Galicia, presionaba a los gobiernos del PRI para obtener beneficios económicos: “En los gobiernos pasados, Águeda Galicia y sus secuaces extorsionaban al gobernador en turno y exigían infinidad de beneficios y como los gobernadores del PRI robaban a manos llenas, Águeda Galicia se convirtió en cómplice de ellos. Eso sí, a cambio bajaba recursos para sus agremiados”, señaló.
Por su parte, Rosa Isela Pérez Betancourt, trabajadora de una institución bancaria ubicada en el centro de la ciudad y que sufrió las consecuencias del bloqueo, expresó su inconformidad por las afectaciones que este tipo de acciones generan en la vida cotidiana. “Estos sindicalizados del SUTSEM parecen borregos, siguen a la manada, no tienen criterio, no tienen respeto por nadie porque a cambio de la promesa de más monedas obedecen ciegamente a su líder, pero no se vale que bloqueen las calles. Todos tenemos compromisos, tenemos trabajo y el tiempo medido… y estos señores y señoras no llevan prisa, porque ni aquí ni en sus centros de trabajo hacen nada y el tráfico que generaron es agobiante y todos estamos molestos con ellos”, declaró.
De igual forma, el señor Mauricio Cervantes Dávila, trabajador de la construcción con más de 20 años de experiencia laboral, lamentó que algunos sindicalizados tengan tantos privilegios: “Yo nunca he necesitado de un sindicato para vivir dignamente. Los sindicalizados del SUTSEM sólo saben pedir y exigir lo que no puede conseguir con trabajo. Tengo tres vecinos que son del sindicato, y los tres son flojos, borrachos y presumidos. Casi no trabajan, no tienen horario, y sólo van a cobrar. Mientras unos nos ganamos el pan con el sudor de nuestra frente, ellos siguen sangrando las finanzas del gobierno. No se me hace justo, pero además son sangrones y presumidos”, aseveró don Mauricio Cervantes.