Vladimir Martínez López y Karla Cristóbal, una pareja con discapacidad visual, demuestran cómo las barreras físicas no limitan la voluntad ni el amor. Vladimir, originario de Oaxaca, padece ceguera permanente desde su nacimiento y perdió por completo la vista a los 11 años. Su esposa, Karla, también vive con discapacidad visual y es de Nayarit.
Actualmente, ambos residen en Oaxaca, donde han formado una familia y construido una vida basada en la superación y la empatía.
Durante su visita a Tepic, mientras caminaban por las calles de la ciudad, el matrimonio concedió una entrevista a Meridiano de Nayarit. Vladimir relató que sus caminos se cruzaron gracias al deporte, conociéndose durante unas olimpiadas para personas con discapacidad. Desde entonces, decidieron unir sus vidas. Hoy, se describen como un matrimonio emprendedor, unido y comprometido con salir adelante a pesar de los retos que implica su condición.
Padres de una hija, quien no padece ningún tipo de discapacidad, narraron que la vida para las personas con discapacidad visual no es sencilla. “Sobrevivir día a día requiere esfuerzo, pero lo hemos logrado en familia”, compartió Vladimir.
Ambos trabajan actualmente en la administración pública del estado de Oaxaca, lo cual les permite tener estabilidad económica. Durante esta temporada vacacional de verano, decidieron visitar a los familiares de Karla en Tepic.
Más allá de sus logros laborales y personales, Vladimir y Karla destacan su rol como padres, asegurando que a su hija, Sofía Yoselyn, le inculcan valores sólidos. “Le enseñamos a ser sensible con los demás, a respetar, a tener valores morales y, sobre todo, a hablar siempre con la verdad”, afirmaron.
Antes de concluir la entrevista, ambos pidieron a la sociedad en general inculcar a las nuevas generaciones de jóvenes los valores y el respeto por los derechos de las personas con discapacidad.