Asumir que los resultados hablan es una aseveración con fundamento cuando destacan y se verifican datos que transcienden a la eficiencia del servicio público.
Me explico. La administración de justicia históricamente ha sido cuestionada por la lentitud de los procesos.
Quienes pretenden justificarlo, se amparan deslindando en los litigantes la causa que la provoca.
Si bien es cierto, la estrategia del litigio incide en el flujo y duración del proceso, también lo es qué hay trámites inherentes a la función judicial que no observan la elemental organización y por ende se burocratizan prolongando en exceso el tiempo de los procedimientos para resolver el conflicto entre las partes de un juicio.
Dicho de mejor manera, hay trámites que corresponde gestionar exclusivamente a los juzgados como a las salas de apelación y por lo tanto no hay pretexto para optimizarlos e incidir en su atención oportuna.
Es justamente en dichos trámites donde se presenta el área de oportunidad para gestionarlos con modelos que logren altos estándares de calidad en la función judicial al traducirse en una atención eficiente al justiciable optimizando y reduciendo significativamente el tiempo de duración en el procedimiento jurisdiccional.
El anterior preámbulo obliga a formularnos dos preguntas inevitables.
¿Es posible disminuir significativamente la duración de los trámites judiciales?
¿Qué se debe hacer para lograrlo?
Aquí las respuestas.
Desde luego que es posible y de hecho es una realidad en la Segunda Sala Unitaria del Poder Judicial de Nayarit al ser la única en la institución que sus actividades cotidianas se realizan con base en un modelo de gestión de calidad.
Así lo demuestran los logros obtenidos y que deben ser la pauta a seguir por los juzgados y salas dado lo exitoso del modelo.
Aquí la evidencia.
Con datos verificables en los informes mensuales de la propia sala unitaria y trimestrales rendidos ante el Pleno del Tribunal, los resultados concretos son los siguientes.
A partir de la recepción de toda promoción o recurso de apelación, recae acuerdo en 24 horas.
Admitida la apelación, en 6 días hábiles en promedio* es turnada para estudio y sentencia.
Una vez en estudio, en 27 días hábiles en promedio* se emite la sentencia respectiva.
*El promedio se obtiene al dividir el tiempo transcurrido de cada una de las apelaciones turnadas y de las sentencias emitidas entre el número de tocas tramitados en el mes.
Los anteriores promedios arrojan como consecuencia que no exista rezago, ya que las apelaciones resueltas prácticamente corresponden al trimestre inmediato anterior.
Para acreditar lo anterior y dejar constancia documentada, la Segunda Sala Unitaria es la única en la institución que en los puntos de la sentencia de cada asunto, establece una cronología que computa el tiempo que transcurrió en segunda instancia para resolverse el recurso de apelación.
¿Qué se hace para lograrlo?
La fórmula se basa en una auténtica vocación de servicio, observando rigurosamente un modelo de gestión de calidad que se concibe a partir de la estandarización de los procesos, respetando las listas de verificación para evitar errores y desde luego la definición de funciones de cada servidor público que interviene respetando el micro proceso diseñado para cada uno de los diversos trámites inherentes al recurso de apelación.
Es decir, el trámite fluye con orden, en tiempo y con un puntual seguimiento en cada una de sus etapas.
Evidentemente son acciones y logros que se pueden corroborar y metodológicamente medir.
La evaluación del desempeño de las instituciones gubernamentales es una demanda legítima de los ciudadanos, y el trámite judicial no es la excepción, por ello debe ser medido con rigor y periódicamente en una lógica de mejora continua para lograr resultados óptimos en beneficio de los usuarios del servicio.
No podría ser de otra manera ante la anhelada aspiración de lograr una justicia pronta y expedita.
Por ello diseñar e implementar los modelos de gestión de calidad en los procesos judiciales es la fórmula para coadyuvar de forma tangible en su logro.
Con el orgullo de encabezar un extraordinario equipo de trabajo, podemos aseverar que en la Segunda Sala Unitaria del Poder Judicial de Nayarit, los resultados están a la vista y desde luego al escrutinio de la sociedad.
En efecto, los resultados hablan cuándo del discurso se trasciende a la materialización de un mejor servicio público en beneficio del gobernado.
Aspiremos firmemente a que la gestión de calidad sea una realidad en todas las instituciones públicas.
La sociedad lo exige y desde luego que lo merece!
*Magistrado del Poder Judicial de Nayarit.