7.7 C
Tepic
martes, septiembre 2, 2025
InicioLa Historia También Es NoticiaA la hora del incendio de Jauja hubo también un atropellado

A la hora del incendio de Jauja hubo también un atropellado

Fecha:

spot_imgspot_img

Mientras las llamas devoraban la fábrica, un vehículo irrumpió con violencia y lanzó al licenciado Delgado en un giro tan increíble como peligroso

¡Noticia de última hora¡¡¡

Se incendia la fábrica de Jauja el 26 de marzo de 1947. Pero, mientras esto sucedía, atropellaron a un “vale”, aunque no era un “vale” cualquiera: se trataba de José M. Delgado, un litigante muy conocido en la época. Así lo informó en su portada el periódico El Nayar el 27 de marzo de 1947. Este segundo suceso acaparó la atención de los testigos.

Llamas por doquier, gritos, polvo… De la nada, apareció un vehículo con más urgencia que tú cuando corres al baño de tu casa. Ascensión Sandoval conducía dicho automóvil “a velocidades fantásticas y haciendo sonar en forma permanente su claxon”.

Se abrió paso de manera violenta, atropellando de forma espectacular y al más puro estilo Hollywood al licenciado Delgado (un personaje tan célebre en la región como la Gilbertona en las redes) ¡quien voló más lejos que tu última dieta! para luego quedar atrapado bajo el coche.

Sin embargo, ante la indignación popular, la turba enojada pretendía linchar a Sandoval, pero intervino oportunamente el comandante Anastasio Toscano, quien lo condujo de inmediato a la Jefatura de Policía. Todo esto ocurrió mientras la fábrica ardía y el caos reinaba en el lugar.

Durante tres días seguidos, El Nayar dio seguimiento al incendio, que, según el periódico, generó una pérdida económica de dos millones quinientos mil pesos de la época por la maquinaria siniestrada, además de otro seguro de menor cuantía por las telas; se calcula que se quemaron 200 000 metros de tela listos para el mercado.

Hoy, 78 años después, recordamos que la vida a veces escribe guiones más sorprendentes que cualquier película. ¿Qué nos enseña esta historia? Quizás nada… o tal vez sí: que, incluso en medio del fuego y el caos, la solidaridad puede brillar más fuerte que las llamas.

Más artículos