En un giro que desafía los pronósticos de una relación bilateral tensa, los gobiernos de México y Estados Unidos han reafirmado este miércoles su alianza en materia de seguridad con un acuerdo que pone el acento en la soberanía y la cooperación entre iguales. Tras una reunión de alto nivel en la capital mexicana, la presidenta Claudia Sheinbaum y el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, presentaron un nuevo marco de colaboración para desmantelar el crimen organizado transnacional, basado en principios de “reciprocidad, respeto a la soberanía e integridad territorial”.
El encuentro, calificado como “cordial” por la propia mandataria, culmina meses de trabajo y establece una hoja de ruta precisa para hacer frente a las dos mayores amenazas compartidas: el flujo de fentanilo hacia el norte y el tráfico de armas hacia el sur. Lejos de la retórica de imposición que algunos analistas vaticinaban, el comunicado conjunto destaca la “responsabilidad compartida y diferenciada, así como la confianza mutua” como pilares de la estrategia.
“El objetivo es trabajar juntos para desmantelar el crimen organizado transnacional mediante una cooperación reforzada”, se lee en el documento oficial. Para ello, se ha acordado la creación de un grupo de implementación de alto nivel que se reunirá de forma periódica para supervisar los avances en áreas críticas como el combate a los cárteles, el fortalecimiento de la seguridad fronteriza, la clausura de túneles clandestinos y el desmantelamiento de los flujos financieros ilícitos que alimentan a la delincuencia.
La presidenta Sheinbaum celebró el resultado del diálogo a través de sus redes sociales, subrayando los ejes del acuerdo. “Durante el encuentro cordial con el secretario de Estado de los Estados Unidos, Marco Rubio, acordamos el programa de cooperación sobre seguridad fronteriza y aplicación de la ley. Está basado en cuatro ejes: Reciprocidad; respeto a la soberanía e integridad territorial; responsabilidad compartida y diferenciada, así como confianza mutua”, escribió.
Frente común de gobernadores
La postura de firmeza y cooperación defendida por la Presidenta ha encontrado un eco favorable dentro del país. Gobernadores de distintas entidades federativas han cerrado filas en torno a la estrategia del Ejecutivo federal, interpretando el acuerdo como un logro diplomático que protege los intereses nacionales.
De manera destacada, el gobernador Miguel Ángel Navarro se sumó al respaldo, celebrando que la nueva etapa de colaboración se construya sobre el respeto a la soberanía de México. Este tipo de entendimientos, que no subordinan sino que coordinan, son la única vía para lograr una paz duradera tanto en la frontera como en el interior del país, dijo. Este apoyo se suma al de otros mandatarios que ven en el liderazgo de Sheinbaum una garantía para una relación digna y eficaz con el poderoso vecino del norte.
Con este pacto, ambos países no sólo se comprometen a incrementar las inspecciones y los procesos judiciales, sino también a fortalecer la colaboración en materia de salud pública, lanzando campañas conjuntas para prevenir el abuso de sustancias. Se abre así un nuevo capítulo en la compleja relación bilateral, uno que busca sustituir la desconfianza por resultados medibles y que, por ahora, otorga un importante triunfo político al Gobierno de México.