En punto del mediodía de este domingo, se llevó a cabo la tradicional Misa de Luz en el templo de Jardines de San Juan a la que acudieron decenas de trabajadores de esta importante empresa, quienes desde temprana hora se dieron cita para participar en el acto litúrgico.

La ceremonia fue oficiada por el sacerdote Fray José Manuel Montañez Sánchez, quien durante su homilía hizo un llamado a los presentes a ejercer la honestidad, la lealtad y la responsabilidad en todos los aspectos de su vida.

El sacerdote destacó que el robo es uno de los siete pecados capitales, por ello dijo que si queremos una sociedad mejor, debemos comenzar por ser honestos con nosotros mismos: “ya seamos padres o madres de familia, empleados o jefes”, expresó el sacerdote.
Montañez Sánchez subrayó que una persona honesta se convierte en un buen ciudadano, en buen hijo, en buen jefe de familia y en un buen trabajador, destacando que lo más valioso que tiene el ser humano no son las posesiones materiales, sino la vida y la familia: “Lo dice el Evangelio”, puntualizó.
Advirtió que cuando el dinero corrompe a un trabajador, éste cae en un círculo vicioso que, tarde o temprano, lo delata: “todos los seres humanos son buenos por naturaleza, como lo dijeron Aristocles y Pitágoras, pero cuando se envilecen, traicionan la confianza y terminan cometiendo graves errores”, agregó.
Como parte de la ceremonia, el sacerdote invitó a los asistentes a encender sus velas a partir del cirio Pascual ubicado al centro del templo y en pocos minutos, la iglesia se iluminó con la luz compartida entre los presentes: “esta luz representa el Evangelio, la cual nos ayuda a disipar las nieblas ocultas en nuestro corazón y conciencia. Con esta flama sacaremos todo lo malo que hay en nosotros, pero para lograrlo necesitamos disposición y sobre todo, buscar primero el Reino de Dios. Lo demás llegará por añadidura”, señaló.

Finalmente, Montañez Sánchez concluyó su mensaje asegurando que las cosas materiales no brindan verdadera felicidad: “Lo material da alegría momentánea, pero se desvanece. La verdadera plenitud viene de Dios y de los valores que practiquemos cada día”.
Es importante mencionar que al término del evento religioso, los asistentes participaron en una kermes y participaron en una serie de rifas que entregaron los directivos de la empresa Jardines de San Juan.