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martes, octubre 7, 2025
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Mensaje para todos, el de la transformación en curso

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Hay una realidad que cambia. Esa realidad cambia con liderazgo al servicio de las causas más nobles. Ese liderazgo es el de la Presidenta Claudia Sheinbaum y el liderazgo del Gobernador Miguel Ángel Navarro. Ese liderazgo ha servido para que la sociedad mexicana en su mayoría, respalde un proceso de cambios que se habían postergado en medio de traiciones, de mentiras y de realidades rotas.

Solamente en becas para estudiantes de primaria y secundaria en Nayarit, son decenas de miles los beneficiarios. A eso hay que sumar las pensiones que reciben las personas de 65 años o más y se deben agregar también los estímulos que se entregan a personas inscritas en el programa “Jóvenes construyendo el futuro”. Cabe mencionar otros recursos que se asignan a diferentes segmentos sociales por parte del gobierno federal y otros financiados con recursos del estado. Esto es parte de un proceso de transformación que está en curso y que pretende dejar en claro que el bienestar debe ser para todos, sin exclusiones, pero asegurando que nadie se rezague en cuanto al beneficio del progreso, del desarrollo.

Esa es la parte material de la transformación que está en curso en el país. Una transformación que también se manifiesta lo material, en obras públicas de respetables magnitudes. Una de esas obras fue anunciada por la presidenta de México, Claudia Sheinbaum y se trata de la carretera Tepic Compostela. Estas líneas no pretenden describir todas las obras a las que se ha referido la Presidenta Sheinbaum. La cantidad de acciones y de obras que se han anunciado y de otras que ya están en curso, son la base de todo un proyecto de inversiones públicas que son el pivote de un cambio que ya avanza en el estado.

Hay algo más allá de las obras que están en curso en el estado y en el país. A eso se ha referido el mandatario estatal Navarro Quintero, cuando ha dejado en claro que de lo que se trata es de recuperar los bienes que indebidamente habían sido (auto)entregados a pillos y marrulleros. Más allá de becas, de programas de apoyo de estudiantes de todos los niveles, más allá de los recursos que se han asignado para el arte y la cultura, a las mujeres trabajadoras, o de los recursos que se asignan a campesinos o para reforzar programas de reforestación y de recuperación del medio ambiente, lo que se impone es la parte intangible, lo que trasciende a los años, a los días, a las personas y a las siglas.

¿Qué es eso a lo que hace alusión el gobernante nayarita? Se trata de la recuperación de la paz, de la tranquilidad, del ambiente de trabajo y de la seguridad de las familias y sus bienes. Todavía más: se trata de la recuperación del clima democrático mediante el que las personas pueden decidir su futuro. La Presidenta ha enunciado esos avances de esos procesos que están cambiando radicalmente la vida de todos los mexicanos, para bien de todos. Nadie puede decirse excluido de ese proceso transformador.

Hablamos de la Reforma al Poder Judicial. En ese sentido, la Presidenta ha recordado que, en el pasado mes de junio, “las mexicanas y mexicanos tuvimos elecciones libres para ministras y ministros de la Corte, magistradas, magistrados y jueces”. La transformación en el Poder Judicial apenas empieza, cabe señalar. Falta mucho camino por recorrer. No todo es elegir, no todo es salir a votar por personas para que ocupen ciertos cargos. Debemos tener en cuenta que la gente ha sido traicionada una y otra vez por personas que fueron elegidas, llevadas a cargos públicos, por medio del voto. El voto ha sido traicionado una y otra vez. Eso no debe ocurrir en el caso de la elección judicial.

La divisa es clara y la manifiesta con meridiana claridad la Presidenta Sheinbaum: “Los impartidores de justicia deben servir al pueblo, a sus causas y a sus mandatos, y no como ocurría antes, que operaban bajo la consigna de beneficio a grupos o facciones políticas o económicas, e incluso bajo consigna de intereses delictivos”. El beneficio de la duda es para todos los que han recibido un mandato: el voto popular no es cheque en blanco.

Se ha referido la titular del Ejecutivo Federal, a la incorporación de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional “para garantizar su profesionalismo, permanencia y honestidad”. También se ha referido a la reforma al artículo segundo de la Constitución para reconocer a los pueblos indígenas y afrodescendientes con todos sus derechos.

Una cuestión fundamental para la soberanía nacional y para que la gente pueda vivir mejor, sin ser llevada a la orilla de la pobreza o la marginación, se relaciona con las reformas a los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución que tienen como objetivo revertir “una parte importante de la Reforma Energética del 2013. Gracias a ello y a todas las leyes secundarias, recuperamos plenamente a Pemex y CFE como empresas del pueblo de México”. Se trata de la soberanía energética, no más ni menos, y, sobre todo, se trata de garantizar que las personas, que las familias, no sean obligadas a pagar más a partir de la presencia de monopolios simulados o de carteles empresariales. Esta soberanía beneficia a los que menos tienen, pero también a empresarios que apuestas a invertir y a crear empleos como parte de su visión del mundo y de las cosas.

La Presidenta también ha mencionado la serie de reformas al artículo 28 constitucional, que tiene la intención de permitir servicios de internet públicos de manera directa. Como era de esperar al manifestar que no llega sola, sino que con ella llegan todas las mujeres, la “igualdad de las mujeres ya está en la Constitución”. Ha dicho la Presidenta también que los trenes de pasajeros vuelven a la Constitución.

Un tema fundamental para la democracia y para el bienestar, excluye la amenaza de que los programas sociales puedan ser usados como ventaja electoral. La Presidenta ha dejado en claro que los mexicanos pueden votar independientemente de que se beneficien o no de los programas sociales. Por eso los programas ahora son un bloque de derechos constitucionalmente consagrados: en palabras de la Presidenta, “Las reformas a la Constitución donde todos los Programas de Bienestar son derechos sociales del pueblo de México”. Los derechos sociales no tienen reversa ni son arma electoral.

Un derecho que parecía idílico, pero que millones de mexicanos vieron que era inalcanzable, es el de acceder a una vivienda. Para eso fue promovida, impulsada y ahora es una realidad, la reforma al artículo 123, concebida “para reconocer el derecho a la vivienda de las y los trabajadores”. La Presidenta Sheinbaum dejó claro que ya de esa manera acabó la visión del Infonavit y el FOVISSSTE como “negocios”. Dijo, y lo lleva a los hechos., que “La vivienda es un derecho del pueblo de México”. Un millón de viviendas es el compromiso y ya empezó a manifestarse como una realidad en algunas entidades federativas.

En su mensaje ante decenas de miles de mexicanos, la Presidenta también ha aludido a temas como la protección de los maíces nativos y prohibición de la siembra del maíz transgénico. Ha dicho también que cumplió con su promesa contra el nepotismo, al prohibir heredar un puesto de elección: “¡No al nepotismo!”, ha exclamado.

Se ha referido, finalmente, a la férrea defensa de la soberanía nacional, esa misma que algunos locuaces han intentado ir a regalar a Estados Unidos, como  buenos “glúteos prontos” que son. La soberanía nacional no está en venta. Hay más que decir al respecto y más que debe ponerse de relieve. Lo señalaremos con más tiempo.

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