Las respuestas no se han hecho esperar. Primero se llevan soluciones inmediatas, luego se hacen los estudios pertinentes para llevar respuestas de mayor impacto y profundidad. Así es como el Gobernador Miguel Ángel Navarro Quintero ha respondido ante problemas que no se pueden prever o peor, en donde los efectos no se pueden evitar. Me refiero principalmente a los temas relacionados con la seguridad pública o con fenómenos meteorológicos. Estos son dos campos estratégicos de la vida nacional y del estado.
Los impactos de huracanes o avenidas fluviales extraordinarias (inundaciones), sencillamente son inevitables. Es imposible domeñar a la naturaleza, aunque lo qué si puede hacerse en casos como los meteoros que año con año atacan a estado, es prevenir a la población. Las autoridades, principalmente las municipales, deben actuar para prevenir los efectos de climas adversos. Naturalmente, nada puede hacer un gobierno municipal sin el apoyo y la coordinación con las autoridades estatales y federales.
Todos los municipios de la entidad pueden verse atacados por los efectos negativos de la naturaleza. No obstante, son los municipios del norte y de la costa los que suelen ser los que más reciben los daños. Ahí están Bahía de Banderas, Compostela, San Blas, Santiago Ixcuintla, Tuxpan, Huajicori, Tecuala y Acaponeta, como testigos de lo dicho. De cualquier manera, el resto de municipios no se escapa ni siquiera Tepic que posee escudos naturales ante huracanes.
El Gobernador Navarro no es una figura política improvisada. Ha servido en la esfera publica en el área ejecutiva y ahora pone su experiencia al servicio de la población a partir de trabajo en el servicio público como gobernante de Nayarit. El mandatario conoce perfectamente al estado y sabe lo que ocurre año con año y sabe que los efectos del cambio climático ahora modifican los patrones de ocurrencia de meteoros que llevan a ondas tropicales, a huracanes o a inundaciones.
Ahora que casi concluye la temporada de lluvias, el Gobernador Navarro Quintero refuerza la estrategia para prevenirse ente la posible embestida de huracanes. Es precisamente en los meses de octubre y parte de noviembre cuando los huracanes atacan al estado. Los golpes que ha recibido la entidad han sido devastadores y las cosas han empeorado en periodos de gobierno anteriores, porque las autoridades no se prepararon y tampoco prepararon a la población para resistir y recuperarse lo más pronto posible.
Debe decirse. Más todavía, las cosas han empeorado en anteriores administraciones, dada la corrupción que se manifestaba en desvío de recursos públicos. Parece increíbles, como de no creerse. No obstante, hay pruebas de qué en varias ocasiones los gobiernos aprovecharon los recursos de lo que se denominaba FONDEN, para beneficio personal. Es absolutamente inmoral la forma en que se comportaron algunos gobernadores ante la desgracia de los nayaritas, pero más inmoral resulta que se haya logrado salir con la suya, pues no ocurrió nada como consecuencia del desvío de recursos públicos.
Ahora las cosas han cambiado radicalmente con figuras en el gobierno radicalmente diferentes. El Gobernador Navarro ha actuado de inmediato ante la embestida de la naturaleza. Ha actuado de inmediato sin esperar que se liberen recursos federales, puesto que la gente no puede esperar ni un día para comer, para satisfacer las necesidades más apremiantes. El perfil, la actuación, la respuesta del Gobierno federal también ha cambiado, pues tanto el ex presidente Andrés Manuel López Obrador, como la Presidenta Claudia Sheinbaum responden de inmediato. Ahora la Presidenta se ha desplazado de inmediato para dar la cara a los afectados, a los damnificados. Ni el Gobernador ni la Presidenta acuden a los sitios afectados con las manos vacías. El Gobernador y la Presidenta llevan respuestas inmediatas. Luego se hacen os censos. Hay sensibilidad y compromiso y la gente se muestra solidaria.
Algo parecido ocurre en el caso de la violencia que se manifiesta en diferentes regiones. Ahora la violencia se ha manifestado en el norte de Nayarit. Esa violencia no parece tener raíces locales, sino que se vinculan con expresiones criminales organizadas desde el estado vecino de Sinaloa, que ha sufrido durante décadas los efectos y los estragos de tales actividades criminales. Eso no hace que los gobiernos de ambas entidades se crucen de brazos y menos que el gobierno federal se desentienda, como ocurría en el pasado de Peña Nieto, de Calderón o del mismo Fox que alegremente o como un tonto, liberó al mayor capo de la historia de México.
La transformación también es notable en esa esfera. No solamente la indolencia, la abulia y la corrupción hicieron que el problema creciera a niveles que ahora son realmente ingobernables. La falta de talento y de compromiso llevaron a un estado de cosas que ahora nos obligan a concluir que la violencia criminal solamente se puede contener, pero no erradicar, que se puede castigar severamente, pero no destruir.
El fenómeno de la actividad criminal empezó a crecer y prosperó por la inacción o por la complicidad corrupta de gobiernos durante décadas. Recordemos que, en Nayarit, en el gobierno de Julián Gascón Mercado, se fugó a sangre y fuego, del flamante penal de Tepic, el abuelo o bisabuelo de las mafias de narcotraficantes: Ruperto Beltrán Monzón. Estamos hablando de más de medio siglo de evolución y crecimiento de las mafias del narcotráfico. Ahora el país se enfrenta a las consecuencias de la corrupción, de la inutilidad de gobiernos mediocres y de la falta de compromiso consecuencia del desprecio popular a esas administraciones fraudulentas. Las cosas han cambiado. La transformación es un hecho. La respuesta en ambos continentes, el de la seguridad y de los efectos de fenómenos naturales, es inmediata y contundente. Así lo demuestran las evidencias en el gobierno de la Presidenta Claudia Sheinbaum y en el que preside Miguel Ángel Navarro. Bien por México, bien por Nayarit