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lunes, noviembre 3, 2025

Genial

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En el Día de Muertos murió Rafael Soto Moreno “Rafael de Paula”.

Tuvo grandes limitaciones físicas como consecuencia de diez operaciones de rodillas. Aún así, el esteta jerezano cautivó toreando a la verónica con duende, compás y gitanería. Sus irregularidades y temores provocaban toda clase de arrebatos. Es larga la lista de toros que dejó vivos. Tormentoso y pendenciero, fue encarcelado en dos ocasiones, una por orquestar una tunda al supuesto amante de su esposa y otra por amenazar con un pico a su abogado. 

Personaje literario de extravagante personalidad, sublimó el toreo con la belleza de su arte. El estilo genial de Paula inspiró a José Bergamín para escribir sobre la música callada del toreo, esa que bulle en el interior del torero para alcanzar con el toro una comunión de ritmos y afinidades. Dejó huella sin cortar muchas orejas ni dar muchas vueltas al ruedo. 

Confirmó su alternativa en la Plaza México el domingo 27 de enero de 1980 con el toro “Caramelo” de la ganadería de Jesús Cabrera. En contraste con el nombre del ejemplar de la ceremonia, la tarde no tuvo nada de dulce. Al contrario, fue amarga y tempestuosa. Estalló la bronca y en un momento de oprobio, cuando el diestro se acercó a la barrera para tomar la espada, Carlos Godoy, el presidente de la Porra de Ingenieros, le lanzó una cerveza a la cara. Baño de cebada en pleno petardo. El diestro quedó empapado y con el orgullo herido. Incidente reprobable, pero que refleja la pasión que despertaba en México la fiesta brava. Para colmo, su segundo toro se le fue vivo. 

A los ocho días volvió a comparecer en el gigantesco embudo, con parecido resultado. Muchos años después de aquel episodio borrascoso, el indescifrable Paula regresó a la México como apoderado de Morante de la Puebla. 

Mientras tanto en el futbol, los Pumas golearon 4-1 a los Xolos de Tijuana, triunfo que les permite mantenerse en la pelea por un puesto del play-in en esta recta final del torneo. 

La semana terminó mejor de lo esperado para los universitarios, cuya permisiva directiva autorizó al galés Aarón Ramsey a ausentarse nada menos que tres semanas de las instalaciones de La Cantera. 

Se puede entender que la pérdida de su mascota haya causado un gran dolor a su familia, pero alejarse tanto tiempo de su trabajo por ese motivo es una falta total de profesionalismo y compromiso. Su contratación ha sido uno de los varios yerros de los Pumas en los últimos tiempos.

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