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martes, noviembre 11, 2025
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Antes de que anochezca…

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Entre diversas alternativas para elegir el tema para mis “palabras” de esta semana para El Meridiano de Nayarit, he elegido uno ―crítico del régimen como suelen ser―. Quizás por frustración elitista; tal vez por considerar que siempre será importante tener elementos alternativas a la información oficial, sobre todo cuando se ha convertido ―como es el caso― en retórica para inducir a aceptar el enfoque oficial como la verdad frente a la mentira de cualquier otro punto de vista o, peor aún, como la única manera en que el pueblo ―ese ente abstracto― debe interpretar la realidad…

Pues bien, el tema crítica elegido esta ocasión tiene que ver con una visión alternativa a la oficial de tres megaproyectos del sexenio anterior: el Tren Maya, el Proyecto Integral Morelos y el Corredor Interoceánico y tiene como fuente una publicación de la organización “DesInformémonos, periodismo de abajo”, que se autedefine como “un espacio de comunicación global sin fines de lucro” “conformado por un equipo de comunicadores, personas de los movimientos sociales, intelectuales y académicos, hombres y mujeres de varias generaciones que […] buscan construir un espacio de expresión en y desde México”; “como un espacio de abajo y a la izquierda, fuera del poder y de los poderosos, por la autonomía y por el derecho de los pueblos a decidir su propio destino”.

De la publicación de referencia he tomado el título para estas “palabras” ―añadiéndole esos puntos suspensivos con toda su carga expresiva y que en esta ocasión remiten a unas palabras que lo complementan: “los pueblos tienen la palabra”― y me limitaré a comentar los dos proyectos ubicados en el sureste: el del Tren Maya y el del Corredor Interoceánico.

En relación con el Tren Maya [un proyecto turístico y de carga que recorre los estados de Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo] “Antes que anochezca” refiere que en 2019 “documentó las preocupaciones sobre el agua y los campos agroindustriales entre muchas otras afectaciones que traería el Tren Maya” y que este 2025 investigó “la llegada de la cervecera Heineken a la comunidad de Kanasín, Yucatán, y la expansión de los monocultivos menonitas y de empresas nacionales y extranjeras a lo largo de la Península de Yucatán” y ―con ambos reportajes― pudo confirmar “el avance del despojo, que sigue la ruta del tren”.

Para dar contenido a la afirmación sobre “el avance del despojo”, se ofrece un reportaje escrito por Claudia V. Arriaga Durán, un video y un fotorreportaje en los que se presentan testimonios y referencias en las que se sostiene que la llegada de Heineken a Yucatán se ha dado “entre el despojo de tierras y agua al pueblo maya de Kanasín”, así como otro reportaje ―escrito también por Claudia Arriaga―, otro video y otro fotorreportaje en los que se habla de 285,000 hectáreas de tierra deforestadas entre 2019 y 2023 que tendría como finalidad la instrumentación de un modelo de producción agroindustrial empleado por los menonitas y agricultores empresariales y que, además de la deforestación ha venido acompañada, entre otras cosas, por quema de montes y diversas acciones tendientes a forzar a los campesinos mayas a abandonar sus apiarios, cada vez menos redituables, por cierto.

En cuanto al Corredor Interoceánico [un proyecto que conectará al Océano Atlántico con el Pacífico para la industria y el transporte de mercancías], “Antes que anochezca” se centra “en las secuelas que el rompeolas que empezó a construirse hace cuatro años en el puerto de Salina Cruz trae para la colonia ikoots Cuauhtémoc” y en “la expansión de la militarización y la criminalización y actos represivos en contra de quienes se han opuesto a las obras del Corredor Interoceánico que afectan a sus comunidades”.

El rompeolas que arrasa con un pueblo”, se titula el reportaje escrito por Diana Manzo en el que ofrece el testimonio de pobladores de ikoots en el que testimonian los daños que ha provocado la construcción del rompeolas colocado a 40 km. de su comunidad y que forma parte del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec: “mientras más se acerca el mar, más se acelera la devastación”. Como en el caso anterior, se ofrece también un video y un fotorreportaje al respecto.

Como el título del segundo reportaje relacionado con el Corredor Interoceánico lo subraya “No nos van a callar”, escrito también por Diana Manzo y, como lo expresa Elizabeth ―una mujer ayuujk [mixe], detenida, violentada y encarcelada durante 48 horas por elementos de la Marina acusada, junto con otras mujeres, de bloquear las vías del ferrocarril interoceánico― “De este proyecto a nosotras no se nos consultó, nadie nos dijo que en nuestro territorio iba a pasar el ferrocarril. Lo que nosotras exigíamos era que se respetara nuestro espacio, donde hemos vivido siempre, pero ahora por esta obra nos quieren echar de nuestro territorio y, por si fuera poco, lo hacen intimidándonos con órdenes de aprehensión para que así cedamos”, ese proyecto ―iniciado sin consulta indígena ni un manifiesto de Impacto Ambiental― ha traído consigo no solo daño ambiental, sino la militarización del territorio, así como amenazas, ataques, agresiones e incluso homicidios en contra de personas defensoras en la región del Istmo, el 92% de las cuales pertenece a algún pueblo indígena, como lo señala no solo el reportaje ―acompañado también del video y el fotorreportaje correspondientes―, sino también informes como el de Alas y Raíces y el de la Misión Civil de Observación en el Istmo de Tehuantepec [MCO].

Quizás habría que contrastar esta información con el tenue reconocimiento de Alicia Bárcenas, Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales acerca del daño medioambiental provocado con la construcción del Tren Maya y, sobre todo, recordar que en el contexto de la elección judicial, a la pregunta acerca de la trayectoria de Hugo Aguilar Ortiz para ser candidato a la Suprema Corte de Justicia de la Nación y para encabezar los “acordeones”, el festejo oficial y oficialista de que por primera vez desde tiempos de Benito Juárez llegaba un miembro de los pueblos originarios a la Suprema Corte fue contrastado por el dato de que el ahora Presidente de la Suprema Corte, desde su cargo como Director de Protección de los Pueblos Indígenas durante el sexenio anterior se encargó de coordinar las consultas para la aprobación de la construcción del Tren Maya y el proyecto del Corredor Interoceánico…

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