
En el intenso fin de semana taurino, el diestro Fermín Rivera resolvió con recursos la papeleta de su encerrona en la Monumental El Paseo-Fermín Rivera de San Luis Potosí, con motivo de sus dos décadas de alternativa.
Enfrentó siete toros de su ganadería, uno de ellos de regalo. Se le vio bien preparado física y mentalmente. Destacaron los ejemplares corridos en segundo y cuarto lugares, pero es inevitable señalar que el encierro careció de la bravura suficiente para emocionar más.
Ricardo García Rojas, quien funge como su apoderado, declaró que no descarta la posibilidad de que su poderdante confirme su alternativa en la plaza de Las Ventas de Madrid. Es quizá la única asignatura pendiente en la dilatada trayectoria de Rivera, un diestro clásico, ortodoxo, serio y técnico, que siempre ha rehuido a los artilugios, el aplauso fácil y la chabacanería.
En la noche potosina, destacó con los palos en subalterno hidrocálido Alejandro Prado, quien en un apremiante salto al callejón sacó un fuerte golpe en una espinilla al ser perseguido por uno de los toros.
De San Luis viajamos a Aguascalientes con una breve escala en la legendaria ganadería de La Punta, para ser testigos de la alternativa de Bruno Aloi.
El toro del doctorado no brindó prestaciones, pero eso dio lugar a un trasteo rebosante de firmeza por parte del toricantano. El toro de Villa Carmela era reservón, probaba, se quedaba corto y rebañaba. Aloi se vio solvente en todo momento. No fue desbordado por la aspereza casi ilidiable del ejemplar del campo jalisciense. Aloi aprobó el examen de su titulación como matador y, por lo que pudimos ver, llegó a la alternativa justo a tiempo, preparado y de forma merecida. Este viernes actuará en el pintoresco coso de Juriquilla, Querétaro.
Brilló asimismo el toreo sabroso de Luis David, mientras que el peruano Roca Rey dio una nueva muestra de su sitio y enorme capacidad, a pesar del pobre juego del encierro.
El domingo en Guadalajara, el sevillano Juan Ortega dejó un magnífico sabor de boca por su toreo de calidad y buen gusto ante un toro de la ganadería queretana de Los Encinos.
La mala noticia de la semana fue la suspensión de la corrida programada en Ciudad Juárez, resultado de una iniciativa antitaurina, desinformada e intolerante. Una medida incompatible con el ejercicio de nuestras libertades, tomando en cuenta que la tauromaquia es una actividad perfectamente lícita en el país.




