Datos Meridiano
La geografía laboral de México ha dado un giro hacia el occidente. Al cierre del tercer trimestre de 2025, la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) revela que Tepic se ha convertido en la segunda ciudad con mayor intensidad de trabajo entre las 39 áreas metropolitanas más importantes del país, con más de 100 mil habitantes. La capital nayarita registra una Tasa de Participación Económica del 66.5 por ciento, una cifra que supera la dinámica de los grandes polos industriales y financieros tradicionales.
Este indicador es el pulso real de la actividad económica en los hogares. Mide el porcentaje de personas mayores de 15 años que, en lugar de permanecer inactivas, forman parte de la fuerza productiva, ya sea porque tienen un empleo o porque lo buscan activamente. En este renglón, Tepic ha dejado atrás a metrópolis como Monterrey, que reporta un 61.0 por ciento, y a Guadalajara, con un 58.6 por ciento. De hecho, en el tablero nacional de grandes ciudades, la capital de Nayarit sólo se encuentra por debajo de León, Guanajuato, que lidera la tabla con un 68.1 por ciento.
La magnitud de este desempeño cobra mayor relevancia al observar el extremo opuesto del ranking, donde la inactividad es la norma. Ciudades como el puerto de Veracruz, con una participación de apenas 53.4 por ciento, Toluca con 56.5 por ciento y Coatzacoalcos con 56.7 por ciento, muestran rezagos de más de diez puntos porcentuales respecto a Tepic. Mientras en la capital nayarita dos de cada tres personas en edad legal sostienen la economía, en el puerto veracruzano apenas lo hace una de cada dos.
Este comportamiento de la capital refleja una tendencia estatal sólida. Nayarit se ha consolidado en el cuarto lugar nacional de participación económica con un 66.1 por ciento. El estado se ubica en la cima de la tabla, compitiendo directamente con Baja California Sur (67.5%), Colima (67.0%) y Yucatán (66.3%). Nayarit se distancia así de la realidad que viven entidades con menor movilización laboral, específicamente Veracruz, que ocupa el último lugar con 53.0 por ciento , seguido por Chiapas con 54.9 por ciento y Zacatecas con 56.3 por ciento.
Detrás de estos porcentajes hay una realidad para las familias nayaritas que mueve al optimismo, al menos si nos comprarmos con otros estados de mayor desarrollo: existe una menor dependencia económica que en el resto del país. La alta tasa de participación implica que más miembros del hogar aportan ingresos, una característica necesaria en una economía dominada por el sector servicios y comercio, que absorbió la mayor parte de la ocupación generada en el último año. En contraste con estados donde la población jubilada o estudiante representa un grueso mayor de la demografía, Nayarit se caracteriza hoy por una población volcada al trabajo diario.
Sin embargo, el liderazgo en participación conlleva matices sobre la calidad del empleo. El estado enfrenta un reto persistente en la informalidad, registrando una tasa del 57.0 por ciento, superior al promedio nacional del 55.4 por ciento. Aquí, la brecha entre la capital y el resto de los municipios es notoria. Tepic funciona como un dique de contención contra la precariedad laboral, reportando una informalidad del 44.4 por ciento. Aunque la cifra es alta comparada con ciudades industriales del norte como Saltillo (25.2%) o Chihuahua (26.0%), Tepic ofrece condiciones mucho más estables que ciudades turísticas o del sur, como Tlaxcala (68.4%) y Acapulco (60.3%), donde la informalidad es la regla general.
El desempleo, entendido como la desocupación total, se mantiene en niveles mínimos técnicos. Nayarit reporta una tasa de desocupación del 2.5 por ciento y Tepic del 2.9 por ciento, ambas cifras por debajo o en línea con el promedio nacional y muy lejos de los focos rojos encendidos en Tabasco (4.8%) o la Ciudad de México (4.1%). No obstante, la estadística revela una presión distinta: la subocupación. En Tepic, el 8.2 por ciento de los trabajadores declara tener necesidad y disponibilidad para trabajar más horas de las que su empleo actual les permite, un porcentaje que supera incluso al promedio estatal del 8.7 por ciento.
Los datos de la ENOE del tercer trimestre 2025 confirman que la economía de Nayarit y su capital no se sostiene por inercia, sino por una intensidad laboral superior a la media mexicana. Tepic, como la segunda ciudad más activa del país, y Nayarit, como el cuarto estado con mayor participación, envían una señal de optimismo: la fuerza de trabajo existe y está operando a máxima capacidad. El reto para el desarrollo regional deja de ser la activación de la gente, que ya está trabajando, y se centra ahora en elevar la productividad y las remuneraciones de esa inmensa mayoría que día a día mueve al estado.



