“El proceso social no va a desaparecer porque desaparece un dirigente. Podrá demorarse, podrá prolongarse, pero a la postre no podrá detenerse”
Salvador Allende
El pasado cinco de diciembre, la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo representaba a la nación de manera digna y firme en el extranjero. Al siguiente día, el sábado seis de diciembre, la Presidenta hacía una defensa contundente de un proyecto de nación donde el modelo económico tiene como objetivo elevar los indicadores de desarrollo humano para los mexicanos. Esas transformaciones requieren el cierre de filas para mostrar pleno respaldo popular. La presencia de liderazgos tan potentes y representativos como el del Gobernador Miguel Ángel Navarro Quintero, son altamente significativos. Ni la doctora Sheinbaum ni el doctor Navarro son improvisados. Cada uno, desde sus trincheras, han aportado a la construcción de un presente que promete mejorar la vida de todos. De todos, sin exclusiones.
El doctor Navarro Quintero ha manifestado una y otra vez, porque asi lo exige nuestra realidad, su pleno respaldo a las acciones del gobierno federal. Así lo dejó en claro siendo Senador de la República y ya como Gobernador de Nayarit, estando en la Presidencia de la República Andrés Manuel López Obrador. Ahora, estando al frente de las instituciones nacionales la doctora Sheinbaum, ha cerrado filas en todo momento para fortalecer el liderazgo firme y democrático de la Presidenta Sheinbaum Pardo. Con humildad, ha dejado en claro que Nayarit es un valladar infranqueable de la transformación que está en curso en toda la nación.
Ahora, se han desatado ataques provenientes de distintos nichos de interés que se sienten afectados por las políticas democratizadoras que comanda la Presidenta Sheinbaum. Eso lo entiende muy bien el mandatario estatal porque también ha sido objeto de ataques furiosos provenientes de aquellos que ya no pueden enriquecerse a costa del pueblo nayarita. El gobernador Navarro ha recuperado para los nayaritas millones de metros cuadrados que habían sido asaltados en despoblado por quienes traicionaron la confianza popular. Los bandidos andan sueltos y buscan atacar al gobierno estatal y al gobierno federal por todos los medios a su alcance.
Podría haber sido muy cómodo no hacer nada para “llevar la fiesta en paz”, pero se honran los compromisos adquiridos por la Presidenta en el Gobierno de México, así como por las promesas hechas a los nayaritas por el Gobernador Navarro. El Gobernador ha reconocido que debió tomar decisiones que podrían considerarse como suicidas para el gobierno. Por eso, porque el Gobernador Navarro se empeñó en cumplir las promesas de campaña, ha debido hacer un Gobierno Suicida, como él mismo lo ha calificado.
El Gobernador Navarro, a lo largo de su trayectoria ha criticado frontalmente la demagogia que considera una perversión de la política, como forma de politiquería. Es por eso que siempre se ha mostrado congruente con lo que piensa y con lo que hace, con lo que piensa y dice. Ha debido pagar los costos de la honestidad política, aunque también ha quedado demostrado que la ética y la política no son mutuamente excluyentes.
La ética política fortalece un liderazgo como el de Navarro que lo lleva a la trascendencia. La sociedad nayarita está harta de los demagogos y ha premiado a quienes hacen y dicen lo que piensan. Por eso los demagogos se han hartado con los bienes públicos, han huido con las bolsas retacadas de dinero mal habido y creen que van por su impunidad. Por eso los demagogos están perdidos. El abucheo popular contra los aspirantes a dictadores, es sonoro, claro y sostenido.
La Presidenta Sheinbaum Pardo nos muestra una y otra vez que ni le tiembla la mano ni se confunde con el ejercicio de poder. La potencia de las convicciones es el mejor escudo contra las tentaciones que derivan del poder. Tampoco muestra la intención de excederse en el ejercicio de sus funciones. Ha dejado en claro que el verdadero protagonista de la historia no es un personaje en lo particular, sino que es el pueblo mismo el defensor de los derechos, de la democracia, de los avances que se construyen en sociedad, no por particulares nada más.
¿Por qué es necesario que figuras políticas como la de Navarro Quintero muestren su unidad en torno a la Presidenta Sheinbaum Pardo? Ahora, el movimiento transformador ha debido actuar para colocar los supremos intereses de la sociedad por encima de intereses particulares que son ilegítimos, que no han sido obtenidos por medios legales. La actuación del gobierno de la transformación es objeto de ataques por diversos medios, pero con el mismo origen.
La Presidenta Sheinbaum sufre ataques de quienes han sido despojados de sus indebidos privilegios. Los ataques provienen de quienes se han apoderado hasta de la representación popular sin representar a sectores sociales, sino a pandillas criminales, a grupos de presión.
Frente a los ataques, el cierre de filas en torno a la Presidenta, ese es el llamado que ha hecho el mandatario estatal en su papel como líder político y de representante genuino de los intereses del pueblo. Los ataques se dirigen localmente contra un gobernador que ha recuperado el patrimonio de los nayaritas.
En el plano nacional (y en parte hasta en el ámbito internacional), los ataques se dirigen contra la Presidenta que ha mostrado firmeza en el mando, fortaleza de convicciones y sincera entrega, plena, a las aspiraciones de una sociedad que ha sido agraviada por los emisarios del pasado.
Cuando Navarro Quintero manifiesta el reconocimiento al liderazgo de la Presidenta Sheinbaum Pardo, lo hace a sabiendas de que él mismo, representa una voluntad mayoritaria y férrea en la defensa de la democracia que apenas inicia en su largo y sinuoso camino. El cierre de filas al que convoca el mandatario estatal Navarro Quintero, es representativo de la inmensa mayoría de los nayaritas. Cierre de filas que reconoce el liderazgo de la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo.
