Los agaveros tradicionales de Nayarit lograron blindarse ante el desplome del precio del agave gracias a un convenio con la industria tequilera que les permite comercializar su producción de manera directa y sin intermediarios. En menos de una década, la superficie sembrada pasó de 6 mil a 36 mil hectáreas, y el número de agaveros se disparó de 331 a más de 3 mil, lo que provocó un desplome histórico en el precio del kilo.
José Luis Zaragoza Robles, presidente del Sistema Producto Agave Nayarit, explicó que, mientras el precio mediante intermediarios o “coyotes” anda de dos pesos el kilo hacia abajo, para un productor tradicional, sin coyotes, el precio oscila entre seis y nueve pesos el kilo.
Este precio garantiza ganancias a los agaveros a pesar de la crisis: “una hectárea promedio les puede dar de ganancias entre ochocientos mil pesos a arribita del millón”.
La clave para los productores tradicionales es la venta directa, ya que operan en la plataforma digital del Consejo Regulador del Tequila (CRT). En esta plataforma, todas las empresas tequileras se ponen de acuerdo con los agaveros de forma directa y sin intermediarios.
La situación es crítica para quienes no cuentan con este respaldo: Nayarit tiene 121 millones de agaves, y más de una tercera parte podría perderse ante la falta de compra. Esto genera riesgos adicionales de plagas que afectarían a otras actividades agrícolas.
Zaragoza Robles estimó que la crisis en el sector durará aproximadamente cuatro años más. Recordó que el precio del agave ha sido volátil históricamente, llegando a valer apenas 70 centavos el kilo hace 13 años, y alcanzando su mejor momento entre los 30 a 32 pesos, por lo que la venta directa actual es una medida vital de blindaje.



