La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) anunció ayer la publicación de la Ley de Desarrollo Sustentable de la Cafeticultura en el Diario Oficial de la Federación, estableciendo un marco jurídico integral que busca ordenar y fortalecer toda la cadena productiva del café en México. Esta legislación abarca desde la producción hasta la industrialización, comercialización y la calidad del grano en su etapa final de consumo.
El secretario de la Sader, Julio Berdegué, destacó que la ley reconoce el café como un producto estratégico para la soberanía alimentaria de la nación. La soberanía alimentaria es el derecho de los pueblos a definir sus propias políticas y estrategias sustentables de producción, distribución y consumo de alimentos sanos y culturalmente apropiados, con el objetivo de garantizar una alimentación adecuada para toda la población.
Entre los beneficios directos que se esperan para los productores, la nueva normativa busca reducir desequilibrios en la cadena de valor, proporcionando datos confiables sobre precios, costos y mercados. El objetivo es impulsar el café mexicano y asegurar que se pague por su calidad, incluyendo factores ambientales y culturales.
La ley priorizará los apoyos a quienes produzcan café de manera sustentable, utilizando prácticas agroecológicas que los agricultores mexicanos han desarrollado por décadas. Se busca proteger el aspecto ambiental fomentando la cafeticultura bajo sombra, un sistema de cultivo que imita el ecosistema natural del bosque, donde los cafetos crecen bajo la protección de árboles más grandes. Esta práctica no solo mejora la calidad del grano, sino que contribuye significativamente a la conservación de la biodiversidad, la regulación hídrica, la fertilidad del suelo y la captura de carbono. Asimismo, promoverá los sistemas tradicionales agroforestales, que integran árboles y arbustos en los sistemas agrícolas para conservar suelo, biodiversidad y agua.
Para coordinar estos esfuerzos, la ley ordena la creación de una Comisión Nacional para el Desarrollo de la Cafeticultura. Este organismo funcionará como un foro de diálogo y toma de decisiones entre el gobierno federal, productores, industriales, torrefactores y comercializadores, con el fin de definir políticas públicas, estrategias de mejora de calidad, normas y necesidades de capacitación.
Adicionalmente, se establecerá un Sistema Nacional de Información de la Cafeticultura, que proveerá datos actualizados y transparentes sobre el clima, precios, producción, costos, mercados, importaciones y exportaciones. Esta herramienta permitirá a todos los actores del sector tomar decisiones basadas en evidencia.
Un eje central de la ley es la creación de un Comité de Seguimiento de Precios, el cual publicará precios de referencia. Estos precios, aunque no son obligatorios, servirán como una señal orientativa en la comercialización y se construirán con información real y objetiva sobre costos de producción, utilidades, márgenes de comercialización y precios internacionales, facilitando así una negociación más clara para los productores. Se realizarán estudios obligatorios cada ciclo productivo para alimentar estos sistemas y se identificarán prácticas de mercado que afecten negativamente a los productores, haciéndolas públicas.
En última instancia, la Ley de Desarrollo Sustentable de la Cafeticultura busca establecer un mercado más justo y equilibrado para todos los eslabones de la cadena productiva, desde los campesinos hasta el consumidor final.



