Ayer por la mañana ocurrió un impactante accidente en la glorieta del llamado Ángel de la independencia, justo en el semáforo colocado ahí, un sitio con mucho tráfico vehicular y en donde ya se han suscitado otros hechos de sangre a causa de accidentes vehiculares.
En el caso del suceso de ayer, un jeep cuyo conductor se pasó descaradamente el semáforo cuando éste marcaba rojo, destrozó a un vehículo tipo benz de la marca Dodge, y a un Chevrolet Aveo, mientras que el conductor y en todo caso, los acompañantes del jeep, dejaron el carro también destrozado y huyeron del lugar, sin saber si había víctimas o hechos de sangre, simplemente abandonaron el carro, claro esto con doble finalidad, una para que la compañía aseguradora pagara los gastos, mismos que se hubieran o se van a cancelar en caso de que logren comprobar que el chofer del vehículo causante, o sea el jeep, venía en estado de ebriedad, o bajo los influjos de algún enervante.
Claro, todo hace suponer que así fue, de otra manera no se hubieran pasado el semáforo en rojo, esto es una deducción, aunque no hayan traído algún tipo de bebida alcohólica en el carro jeep.
La introducción viene a cuento porque por más que la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, (SSPC), se afana en concientizar a los conductores de todo tipo de vehículos que tomen muchas precauciones para no manejar alcoholizados, parece que la gente solo aprende cuando tiene malas experiencias.
Por supuesto que para la Secretaría de Movilidad, es sumamente sencillo comparar las placas en su padrón vehicular y saber quien es el propietario del jeep causante de este accidente el día de ayer, pero también es altamente probable que el responsable huyó asumiendo que habría sangre en el accidente provocada por él, o ella, en caso de que haya sido una mujer la conductora.
La pregunta que nos hacemos cada vez que publicamos una nota policiaca como esta de ayer, es porque nuestra gente especialmente la joven, no tiene temor de las consecuencias que tarde o temprano va a enfrentar, como son los cargos normales por los daños ocasionados, la cárcel en caso de haber hechos de sangre, o muertes en los accidentes ocurridos.
La respuesta la dan los muchos incidentes que a diario ocurren, y es que les vale a los conductores todo tipo de recomendaciones, mientras éstas no les toquen el dinero de sus bolsillos, mientras éstas no vayan acompañadas de sendas multas.
En otro suceso también muy impactante, el de la avenida Allende y México, donde un joven que escasamente andaba por la mayoría de edad, probablemente unos 21 o 22 años, dañó a cinco carros en el crucero más céntrico de la capital, el joven en mención andaba hasta las manitas de borracho, venía de una juerga y sin cuidado alguno cometió un accidente con un saldo de varios miles de pesos en pérdidas.
Todo esto, cuando saben perfectamente que es un delito manejar en estado de ebriedad, y no sólo esto, cualquier conductor sabe que cuando ingiere alcohol, sus facultades mentales no están al cien, por más que presuman ante sus amigos que ellos cuando toman conducen mejor que cuando andan sobrios, una gran mentira dígala quien la diga, pues es conocido de todos que el alcohol deprime y además altera las facultades mentales.
Pero repito, todo consejo de las autoridades, toda recomendación de parte de los padres o amigos, es inútil ante una persona que está estupidizada por la ingesta de alcohol o de otros estimulantes.
Solo espero que gente inocente no muera a manos de gente irresponsable… y que Dios nos ayude a todos…hasta mañana
