
Dura lucha les espera sin duda a maestros y maestras casi de todos los niveles educativos para lograr disminuir los actos de violencia en contra de las mujeres, tal como es la pretensión del sistema educativos no sólo nacional, sino estatal como lo expresó la secretaria de educación en el estado la maestra Mirna Aracely Manjarrez Valle, quien recalcó la importancia del papel que para este tema en especial, tienen las y los docentes en la formación integral de niñas, niños y jóvenes de Nayarit.
Y digo que es dura esta lucha porque la violencia en contra de las mujeres, data de siglos de la historia mexicana, con el llamado estereotipo del macho mexicano.
Para antes debo decirles que los estereotipos se aprenden durante el proceso de socialización y se transmiten de generación en generación a través de la familia, la cultura o el entorno. Nadie nace con ellos, son construcciones adquiridas, tal como ha pasado en México durante décadas, y en donde la lucha por la igualdad de género, y contra la violencia que afecta a las mujeres, tal como la conocemos en esas intensas campañas que hoy día se hacen por diferentes medios de comunicación, tiene apenas unos años, pero que por décadas se transmitió en familias, e incluso se normalizó que las mujeres eran inferiores al hombre, y probablemente todo inició porque se juzgó lo físico, y no lo mental o intelectual para ser más específico
Y es que en la familia, una vez incorporados, los estereotipos resultan difíciles de modificar. Pueden sostenerse incluso frente a información que los desmienta. Por eso, continúan reproduciéndose en la sociedad, que es el motivo por el cual la maestra MIRNA MANJARREZ, señala que se va a intensificar esta lucha contra la discriminación femenina y más concretamente contra la violencia en contra de las mujeres.
Por supuesto que los medios de comunicación y la cultura tienen un rol importante en este proceso. Por ejemplo, cuando las ficciones representan siempre de la misma forma a un grupo social, participamos de la construcción de un estereotipo.
Y es que como dice la titular de la educación pública en Nayarit, para lograr disminuir los actos de violencia en contra de las mujeres, es fundamental que desde las aulas se fomente una cultura de respeto, y claro que, en las aulas, el papel de los maestros y maestras, es de vital importancia, para la formación de respeto integral de niñas, niños y jóvenes de la entidad.
Expresa la servidora pública de la educación que, en el marco de la Nueva Escuela Mexicana, se están fortaleciendo los valores morales y sociales entre el alumnado, con el objetivo de generar una convivencia sana y equitativa. “Uno de esos valores es el respeto que debemos tener hacia las mujeres y a favor de la sociedad en general”, expresó.
Y miren que ya era hora de que se fortaleciera este tema, claro, ninguno de nosotros debe olvidar que esto de fortalecer los valores morales, debe empezar al cien por ciento en los hogares de cada uno, frase muy trillada es la de que la primera escuela es el hogar, y sin embargo sigue siendo válida, pero obvio, si un niño es criado en un hogar donde el padre violenta a la madre, esa es la escuela que tiene dicho niño en esa casa, y es ahí donde empieza el estereotipo del que estamos hablando.
Es ahí en donde empieza el machismo mexicano, que consiste en una serie de creencias, valores y conductas que dicen que los hombres son superiores a las mujeres y por eso las subordinan, vuelvo a reiterar, esto es una creencia y conducta incorrecta.
Dentro de esta creencia, un varón debe probar cómo es un “verdadero hombre”. Así, los hombres rechazan tres conceptos: “no soy mujer, no soy homosexual y no soy un niño”.
Para empezar, no pueden hacer todo aquello que se relaciona con las mujeres: evidenciar sus emociones, realizar los quehaceres de la casa y ser débiles tanto física como emocionalmente, el problema es que por vivir bajo los mandatos de una maculinidad o sea con el estereotipo del machismo tradicional los jóvenes pierden la vida en peleas callejeras, en accidentes automovilísticos o por el consumo de drogas. Y, sin duda muy importante, el machismo se convierte en hechos lamentables de violencia contra las mujeres e incluso hacia otros hombres.
Por eso la secretaria de Educación reiteró que la prevención de la violencia contra las mujeres es una responsabilidad compartida entre autoridades, docentes, familias y sociedad en general, y aseguró que desde el sector educativo se continuará trabajando en la promoción de valores, la igualdad y el respeto, trabajo que esperamos que los padres de familia no vayan a criticar…hasta mañana



