Como ya es tradición, cada 31 de diciembre las familias se reúnen para compartir el pan y la sal durante la velada de Año Nuevo.
En esta emotiva fecha es cuando se recuerda con mayor intensidad a los seres queridos que se adelantaron en el camino, dejando sillas vacías en muchos hogares.
Al respecto, Martha García Bustamante declaró que a pesar de que sus padres ya fallecieron, en esta ocasión ella y sus hermanos se reunirán en la casa del hermano mayor para convivir durante la cena de Año Nuevo.
Aclaró que, aunque nada es igual sin la presencia de sus padres, los hermanos que aún viven se han organizado para preparar una cena modesta, en la que habrá pollo, carne asada y bebidas sin alcohol, ya que en otras ocasiones el consumo de bebidas embriagantes ha provocado discusiones familiares.
Por su parte, Martina Batista Hernández, originaria de la ciudad de Tepic, comentó que ya está preparada para recibir en su hogar a sus tres hijos, a sus nueras y nietos: “Yo tengo planeado hacerles tamales, acompañarlos con champurrado y para el desayuno un rico menudo. Mis hijos son tres varones y los tres me salieron buenos hijos, porque no me dan problemas”.
En este mismo contexto, Martina aseguró que hace algunos años, en la capital del estado, existía mayor pobreza porque las madres de familia no trabajaban fuera del hogar: “Antes las mamás se dedicaban más a atender a los hijos y por eso no se perdían en las drogas, porque las madres se encargaban de educarlos. Ahora las madres trabajan, hay más dinero en el hogar, pero también hay más problemas familiares”, aseveró.
Por otra parte, Patricia Caro Velarde, originaria del poblado Francisco I. Madero Puga, señaló que la cena de este 31 de diciembre para su familia consistirá en carne asada y frijoles de la olla, mientras que las bebidas estarán a cargo de sus hijos: “Vamos a beber lo que ellos arrimen, puede ser agua fresca, refrescos y hasta un tequilita si hay. Es cierto que en esta ocasión será una velada diferente porque algunos hermanos viven lejos, pero la ausencia más notable será la de nuestros padres, quienes ya no están con nosotros”, comentó.
Finalmente, el señor José Antonio Ponce, originario del estado de Puebla, indicó que en las próximas horas se reunirá con toda su familia en Acatlán de Osorio: “Allá en Puebla las cenas son diferentes a las de Nayarit, allá las mujeres preparan pavo o pierna al horno, acompañados de pulque o un buen mezcal para los adultos, además de aguas frescas y refrescos para los niños y jóvenes”, concluyó.



