Aunque prófugo desde hace meses, este miércoles 30 inició un juicio oral por probable mal uso de recursos públicos por un monto de un millón 250 mil pesos que tiene como personaje central a Roy Rubio Salazar, ex titular de la Auditoría Superior del Estado de Nayarit (ASEN).
Así, dada la obvia ausencia de Rubio Salazar, el juicio arrancó en contra de Ernesto “N”, ex director de Administración de la Auditoría Superior.
En sus alegatos de apertura, la agencia del Ministerio Público de la Fiscalía General del Estado (FGE) reconstruyó que el 31 de mayo del 2017, Roy Rubio solicitó a la Comisión Interinstitucional de Gasto y Financiamiento -presidida entonces por Mario Alberto Pacheco, secretario de Administración y Finanzas del Gobierno del Estado- un millón 250 mil pesos, justificando que serían destinados al Instituto de Coordinación Fiscal y Gasto Público para la capacitación de 150 servidores públicos en materia de combate a la corrupción, transparencia, acceso a la información y protección de datos personales, sin embargo el dinero fue a parar a las cuentas de 12 funcionarios de la propia ASEN, 11 de los cuales recibieron 100 mil pesos por concepto de compensación extraordinaria, en tanto que Roy se quedó con 150 mil pesos.
Según la narrativa ministerial, se atribuye que Ernesto “N” instruyó a una diversa funcionaria de la Auditoría Superior para que distribuyera el dinero a las cuentas de los 12 funcionarios.
Por su parte, la defensa particular solicitó un juicio apegado a la ley para su cliente, calificando que es acusado de manera injusta y que la Fiscalía no realizó una investigación adecuada puesto que, remarcó, Ernesto no fue quien solicitó el recurso y no es responsable de malversación de fondos.
Así, mientras la Fiscalía adelantó que solicitará una sentencia condenatoria contra Ernesto, el defensor planteó que deberá ser absuelto.
Al juicio oral en el Centro Regional de Justicia Penal en Tepic comparecerán varios testigos, y el primero de ellos fue Luis Ernesto Carrillo Padilla, quien el siete de agosto del 2019 presentó la respectiva denuncia en la FGE en su calidad de titular del Órgano Interno de Control de la ASEN.
Entre otros aspectos, y a pedido de la agencia ministerial, Carrillo Padilla hizo una descripción del expediente laboral de Roy Rubio y de otros ex funcionarios beneficiados con la cuestionada compensación.
La intervención del testigo presentó una situación singular porque le fue imposible recordar un número de cuenta bancaria relacionada con los hechos, a lo que la agencia ministerial realizó un ejercicio para que Luis Ernesto tuviera acceso al documento con el número, y después un ejercicio de “apoyo de memoria”, y otro de “aclaración”, a lo que el defensor advirtió que ya había dicho que no recordaba el número, por lo que si se le dejaba leerlo nuevamente no sería una aclaración.
Al final, el testigo se concretó a decir que se trata de una cuenta de Banorte con determinados tres números en su parte última.
Un juez convertido en Tribunal Unitario de Enjuiciamiento dirige el juicio oral que podría transcurrir en varios días o semanas.
* Esta información es publicada con autorización de su autor. Oscar Verdín Camacho publica sus notas en www.relatosnayarit.com