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Monitor Político | Remesas familiares y su trascendencia en la economía

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De acuerdo con el especialista Abel Ortiz Prado –aborpra@hotmail.com. Académico, Consultor en Finanzas, Administración Pública y Asociaciones Público-Privadas-, la migración y las remesas familiares son dos conceptos interrelacionados, ya que las segundas son una consecuencia de la migración y, a su vez, ésta puede ser impulsada por la necesidad de enviar dinero, pues el desplazamiento humano por la obtención de recursos tiene orígenes muy antiguos. Las remesas según la CONDUSEF son “…el envío de dinero de aquellas personas que radican en otra nación a su país de origen…”. Un ejemplo son los envíos de dinero -generalmente en dólares- que realizan las personas de origen mexicano que radican y trabajan en Estados Unidos y Canadá y que son dirigidos a sus familias en México para su subsistencia.

En nuestro país, entre 2019 y 2024, se registró un incremento medio anual de 7.8%, pasando de 37 mil 250.5 millones de dólares (mdd) a 64 mil 746.4 mdd, en sólo seis años, consolidándose como el segundo receptor mundial de remesas después de la India. Según el Banco Mundial, las remesas representan entre 3 y 4% del PIB de países en América Latina.

Para México específicamente representan el 3.4%. En este contexto, las familias que no reciben remesas familiares registran un promedio trimestral de gasto de $ 39,964.8, mientras que las que sí reciben -1.7 millones de familias- su gasto asciende a $ 35,535.20, lo que subraya la búsqueda de mejores oportunidades económicas como principal factor de migración. En el caso del Estado de Nayarit las remesas representan el 7.1% del PIB estatal (más del doble de la media estatal a nivel nacional) y representan 1.38 veces lo que recibirá el estado en el 2025 por concepto de Participaciones Federales, lo que refleja su importancia en la economía local, especialmente en regiones con altos índices de migración y vulnerabilidad.

Desde el punto de vista de las finanzas públicas, un tema a considerar es el incremento en la recaudación del Impuesto al Valor Agregado por el impacto de las remesas en incremento del consumo de las familias. Durante el ejercicio fiscal 2022 se reportó un gasto en IVA de $1,511.7 pesos trimestrales a cargo de las familias que reciben remesas, lo que representa el 4.3% de su gasto total, monto mayor al 2.8 % de las familias que no reciben. Esto se explica porque el gasto inducido por remesas se concentra en bienes y servicios gravados a diferencia de las familias que no las reciben, ya que orientan parte importante de su gasto a la adquisición de bienes con tasa cero -medicinas, alimentos preparados y toallas sanitarias, entre otros) y también en la adquisición de servicios exentos -transporte público, seguros de vida, servicios de enseñanza, libros, sorteos, etc.

Resumiendo lo anterior, se estima que la recaudación de IVA asociada a estas familias asciende a $10,378.0 mdp, que representa el 0.8% del total, además de destacar el indirecto de la derrama económica asociada. Ahora bien, desde la perspectiva del impacto en la economía, un estudio realizado por el Gobierno de México de 2017 al 2019 nos indica que aproximadamente el 20% de estos recursos se destina a la construcción, remodelación o ampliación de vivienda popular, con un alcance aproximado de 50 mil viviendas anuales según el colegio de urbanistas. Pero algo que poco se menciona, restándole importancia desde la perspectiva de la confianza macroeconómica, es que las remesas familiares son la fuente más importante de la entrada de divisas para México, superando los ingresos por inversión extranjera directa y turismo, con un impacto directo y positivo en las reservas internacionales de Banxico al representar más del 4.0% del PIB.

Estos elementos nos indican la trascendencia para nuestra economía de la propuesta que el pasado jueves se aprobó por la Cámara de Representantes del Congreso de los EEUU para gravar con un impuesto del 3.5% las remesas enviadas por personas físicas que no sean ciudadanos americanos, aun cuando tengan visa de residente y paguen impuestos sobre sus ingresos estableciendo un trato desigual entre los extranjeros que residen legalmente en la Unión Americana y que cumplen con sus obligaciones fiscales, de aquellos que residen de manera irregular en ese país y no pagan impuestos sobre sus percepciones.

Además, abre la puerta para el lavado de dinero y el envío de remesas por vías no tradicionales como los encomenderos y el uso de criptomonedas elevando el costo y riesgo para quien las envía. Pero en este escenario es importante no perder de vista que en la primera presidencia del actual presidente norteamericano, en octubre del 2020 se prohibió el envío de remesas a Cuba, medida que obligó al cierre de 400 sucursales de Western Unión en ese país, algo que de replicarse en México tendría mayores repercusiones económicas. El futuro pertenece a quienes son capaces de verlo venir, pero también a quien es capaz de resolver el pasado.

SALUDOS.

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