Desde temprana edad, hay quienes ya llevan en el corazón un sueño definido. Algunos imaginan su futuro con una bata blanca, salvando vidas como médicos; otros visualizan sonrisas perfectas como dentistas, o se ven defendiendo la justicia en un tribunal como abogados. También están aquellos que sueñan con las cámaras y los reflectores, anhelando contar historias desde una pantalla. Pero no todos lo tienen tan claro, muchos jóvenes crecen explorando opciones, cuestionándose, descubriendo poco a poco qué los apasiona, en medio de un mundo que ofrece cada vez más caminos por recorrer.
Elegir una vocación nunca ha sido fácil. No se trata solo de decidir una carrera, sino de atreverse a imaginar un futuro, de apostar por un sueño, de comprometerse con una meta que puede transformar sus vidas y las de quienes los rodean. Y en ese momento crucial, cuando la ilusión se mezcla con el miedo y la esperanza con la incertidumbre, hay una decisión que marca el inicio del viaje, dar el primer paso, hacer el examen de admisión.
Ese paso ya lo han dado 6 mil 718 jóvenes que hoy aspiran a formar parte de la comunidad estudiantil de la Universidad Autónoma de Nayarit (UAN). Cada uno de ellos llega con una historia distinta, con sus propias luchas, anhelos y motivaciones. Algunos llegan desde rincones lejanos del estado, desde el campus central en la Ciudad de la Cultura Amado Nervo hasta las unidades académicas distribuidas en el norte de Nayarit, Bahía de Banderas, Ixtlán del Río, Ahuacatlán, Xalisco y Compostela, pero todos comparten un mismo deseo, crecer, aprender y construir un mejor futuro a través del conocimiento.
La rectora de la UAN, Norma Liliana Galván Meza, compartió un emotivo mensaje a través de sus redes sociales, donde expresó su entusiasmo y admiración por las y los aspirantes, deseándoles “mucho éxito” en este importante paso de su vida académica. “Hoy es un día muy importante también para las familias que se hacen presentes con su apoyo y confianza desde temprano, en este gran paso para sus hijas e hijos”, señaló.
Durante un recorrido por el campus universitario, la rectora pudo constatar de primera mano la emoción del momento: “Las familias siempre serán una parte fundamental en la formación académica de nuestras y nuestros estudiantes. Hoy lo confirmé al ver a tantas madres, padres, hermanos, parejas y abuelos, esperándolos con orgullo y nerviosismo mientras las y los aspirantes presentaban el examen”.
En conversaciones con algunos de los presentes, Galván Meza destacó la confianza depositada en la institución: “Puedo asegurar que muchas familias estaban más nerviosas que quienes realizaban la prueba. Gracias, de corazón, por confiar en la UAN y por permitirnos ser parte de este camino profesional”.
Con este paso, miles de jóvenes se acercan a la posibilidad de formar parte del Territorio Ocelote, un espacio que no solo representa aulas, pasillos y libros, sino una comunidad viva que inspira, transforma y une. Ser parte de la Universidad Autónoma de Nayarit es más que cursar una carrera: es asumir con orgullo una identidad, un compromiso y una fuerza colectiva que impulsa a cada estudiante a dejar huella, ahora, sólo falta esperar al 26 de junio a conocer los resultados.
