En 2023, sólo 27.7 por ciento de las unidades económicas en Nayarit reportaron usar alguna herramienta de tecnología digital. Este dato, que parte de los Censos Económicos 2024 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), muestra los avances en conectividad y digitalización básica, pero la brecha tecnológica sigue siendo amplia.
Entre los 17 mil 967 negocios que sí usan algún tipo de tecnología digital, la herramienta por mucho la más común son los buscadores de información, utilizados por 83.2 por ciento. Le siguen los repositorios de datos (58.3 por ciento), como almacenamiento en la nube o bases compartidas. Estas dos tecnologías son ahora parte del día a día en muchos giros, desde comercio minorista hasta servicios personales.
En tercer lugar aparece el uso de tiendas en línea, con 42.3 por ciento, lo que habla de una adopción relevante del comercio electrónico, aunque todavía lejos de ser la norma. Algo similar ocurre con los dispositivos controlados a distancia (41 por ciento), un dato llamativo que puede incluir desde sistemas de vigilancia hasta sensores industriales.
Las herramientas más complejas o que requieren infraestructura especializada siguen siendo poco comunes. El uso de servicios informáticos en la nube alcanza apenas 2 de cada 10, mientras que el procesamiento de datos masivos, el llamado big data, queda en la misma proporción. La impresión 3D aparece con 1.1 por ciento, y tanto la inteligencia artificial como la robótica avanzada apenas llegan a 1.0 y 0.5 por ciento, respectivamente.
Vemos con estos datos como la digitalización empresarial en Nayarit se concentra en lo funcional, accesible y cotidiano. Buscar, almacenar, vender por internet o automatizar tareas básicas ya está en marcha. Pero los desarrollos más avanzados aún no forman parte del ecosistema habitual. Esto puede deberse al tamaño de las empresas, a la falta de capacitación técnica o a la escasa inversión en innovación.
Lo cierto es que si se quiere cerrar la brecha tecnológica es insuficiente tener conexión. Será necesario transformar los procesos, capacitar al personal, generar confianza en las herramientas y, sobre todo, facilitar su adopción para todos los tamaños de negocio. Porque mientras unas empresas apenas empiezan a vender en línea, otras ya están entrenando modelos de inteligencia artificial para mejorar su producción. Y en esa diferencia, también se juegan las oportunidades del futuro productivo del estado.