El Gobernador de Nayarit Miguel Ángel Navarro Quintero está días de rendir su cuarto informe de labores. Se trata de un balance en el que seguramente se pondrá de relieve la serie de resultados de una alianza que le hacía falta al estado. Me refiero a esa alianza de Gobierno y Sociedad que es el único recurso disponible para promover cambios que favorezcan la calidad de vida de las personas. Esa alianza ha sido reconstruida por el mandatario nayarita y los resultados están a la vista.
Los resultados no son suficientes, aunque el grado de dificultad que ha debido superarse es de grandes proporciones. Lo realizado por el gobernante nayarita nos recuerda una de las tareas de Heracles, que debió lavar los establos del rey Augías. Los establos de Augías se encontraban inundados por el excremento de su portentoso rebaño. Las tareas que ha debido realizar el mandatario no se podrían explicar sino por ser el producto de esa alianza Sociedad y Gobierno que lidera el doctor Navarro. El gobernante ha encabezado una limpia general de la esfera pública.
Ese liderazgo ha debido conjuntar las fuerzas de una sociedad plural con la que se construyen acuerdos de corte democrático. Esa alianza ha necesitado de un equipo en el que sobresalen las figuras responsables de las finanzas y del gobierno interior. Esos resultados son también la expresión concreta de la presencia de una sociedad que trabaja, que suma ingenio, creatividad, que agrega sudor a raudales y, sobre todo, una voluntad a toda prueba. Voluntad para sumar trabajo y para dar resultados, sin pretextos y sin condiciones.
Nos dice el Nobel Douglass North que las soluciones para los problemas de la economía no están en la esfera del pensamiento económico, sino en la esfera del pensamiento político. Sin duda así es, dado que la economía la hacen las personas, la hacen trabajadores, los empresarios, el gobierno mismo. Construir acuerdos, dialogar entre los que piensan de manera diferente, confrontar ideas y propuestas, todo eso es parte de la vida democrática. Las soluciones a los problemas no se pueden ni se deben imponer. Las soluciones deben acordarse y construirse entre todos.
En esa lógica del pensamiento se debe analizar el trabajo que realiza el mandatario estatal Miguel Ángel Navarro, quien ha procurado dialogar, negociar y construir acuerdos. Esa ha sido la constante de su gobierno y en ese sentido es que debe caracterizarse la etapa de su administración y debe valorarse el informe que rinda a la soberanía.
Una de las virtudes sobresalientes de la carrera del mandatario estatal es la mezcla de componentes políticos con los administrativos. El Gobernador sabe de administración, sabe hacer esa labor. Por eso puede mandar y guiar las tareas de sus colaboradores. Por eso ha sabido cambiar funcionarios cuando ha sido necesario, y no lo ha hecho como castigo sino como una forma de darle sentido y dirección a su gobierno. Para saber mandar es necesario saber hacer las tareas que se encomiendan a otros. Así, dado que el Gobernador sabe de administración, sabe también mandar en esa esfera de la esfera pública.
El otro ámbito en el que es fuerte el gobierno de Navarro Quintero, es el de la política, el de las relaciones con las diversas fuerzas y expresiones con las que debe construir acuerdos, con los que se deben procesar los equilibrios que exige toda convivencia democrática. En esa esfera, la de las relaciones políticas, Navarro Quintero ha logrado procesar acuerdos mediante el dialogo y la negociación, sin que nadie sacrifique principios o dignidad. En ese sentido, podemos hablar de un gobierno que procesa la unidad fundamental, la unidad en la diversidad, esa unidad que privilegia los campos del consenso y respeta y apoya las expresiones del disenso, tanto interno como en el resto de la vida política del estado.
Lo que viene en los días que siguen no es solamente un informe de resultados en el ámbito de la administración. Esto debe ponerse de relieve. Lo que viene es un balance que nos describa las características de los cambios, de las transformaciones que se han impulsado desde el Poder Ejecutivo. Avances que deben valorarse en su justa dimensión y teniendo en cuenta muy en serio, el coeficiente de adversidad que ha debido sortearse.
En efecto, no ha sido sencillo avanzar en los cambios que reclama la gente y que el desarrollo del estado exige. Esa es la razón por la que el mismo mandatario ha reconocido que hace, que lidera un gobierno suicida. El gobierno que encabeza el doctor Navarro Quintero ha sido dialoguista, ha privilegiado la construcción de consensos, pero ha sido firme y claro cuando ha sido necesario que se imponga la ley. Hay quienes consideran que haber procedido contra ex funcionarios y contra ex gobernantes de Nayarit muestran a un gobierno intolerante. Es verdad: el gobierno del doctor Navarro es intolerante, es intolerante ante la corrupción y ante la traición a los deberes que se juró realizar en estricto apego a la ley.
Como consecuencia de esa política de corte democrático, se ha logrado avanzar en el estado y se han empezado a sentar las bases para que Nayarit deje de ser el “cabús” del desarrollo nacional. Me parece que el gobierno de Navarro Quintero ha privilegiado la política. Así debe ser. Para el tirano Porfirio Díaz, a divisa consistía en hacer “Más política y menos administración”; así le fue a él y peor a un país que entró en lucha fratricida. Privilegiar la política no significa renunciar a la administración. El Gobernador Navarro Quintero ha hecho tanta administración como ha sido necesaria y suficiente y ha hecho tanta política como ha sido posible.
Viene un balance y ya veremos como percibe el Gobernador Navarro los avances de su gobierno. Quienes lo conocen saben que será autocrítico porque el titular del Ejecutivo estatal es un eterno inconforme. El mandatario siempre busca mejores horizontes y se propone lograr hasta lo imposible y lo hace para avanzar de manera más firme, con rumbo claro y con resultados que la gente percibe en su vida cotidiana, en sus bolsillos, en su alacena. Esperemos a ver como se hace un balance del gobierno desde el gobierno.