Rotundo fue el fracaso de los clubes mexicanos en la Leagues Cup en Estados Unidos. Da la impresión de que tomaron el torneo más como una monserga que como una oportunidad de crecimiento futbolístico. Si bien es cierto que la condición de locales de los clubes estadounidenses representa un factor a favor, el partido del Toluca de antier, por ejemplo, se disputó en una cancha totalmente neutral, lejos de Orlando y lejos también de la capital del Estado de México.
El Inter de Miami no necesitó a Messi para ganar a los Tigres. El Puebla, del que poco se esperaba, sorpresivamente le dio pelea al Seattle Sounders y forzó la serie de tiros penales, donde fallaron jugadores con experiencia como Ricardo Marín.
Después de no llegar lejos en el Mundial de Clubes, el Pachuca también dejó que desear en este torneo. Estos dos reveses contrastan con el buen desempeño de los pupilos de Jaime Lozano en el torneo de liga.
La eliminación de los cuatro clubes mexicanos que quedaban vivos, no necesariamente significa que los conjuntos de la MLS ya son mejores, pero no debe echarse en saco roto lo sucedido en este torneo desfasado y anticlimático, cuyos niveles de audiencia caerán drásticamente ante la ausencia de los clubes mexicanos.
Por otra parte, todavía no salíamos de nuestro estupor al ver los videos de las golpizas salvajes en dos partidos de la jornada cinco del futbol mexicano, cuando la noche del miércoles se suscitó una bronca horrorosa en las tribunas del estadio de Avellaneda en Argentina entre seguidores de Independiente y Universidad de Chile, correspondiente a la Copa Sudamericana. 22 heridos y 111 detenidos.
En las escalofriantes imágenes se puede ver a un hombre acorralado que salta al vacío de la parte más alta de la tribuna.
Lo que pasa en el futbol es reflejo de los países donde se practica. Bárbaros que no entienden el significado correcto de la palabra rivalidad. Cavernaria forma de desahogar pasiones. En Argentina, la policía brilló por su ausencia. Acá en México, el pasado fin de semana, tampoco se hizo presente de inmediato. En muchas partes del mundo, los estadios han dejado de ser lugares seguros para las familias. Aberrante.
