Un extraño rastro fue captado desde la noche del 15 de agosto saliendo del Centro Cultural Casa Fenelón, en el corazón de Tepic. Eran huellas grandes, marcadas como si algo hubiera reptado lentamente por el suelo. El camino apuntaba hacia la calle Zacatecas, rumbo al poniente… pero, al amanecer del 16, las huellas habían desaparecido por completo. Nadie sabe qué fue. Solo se sabe que, lo que sea que dejó ese rastro, ya no está ahí.

El rastro de huellas fluorescentes con forma de reptil capturó la atención de transeúntes y curiosos. La escena parece sacada de una leyenda urbana: un cocodrilo, sí, un cocodrilo, ha recorrido las calles del centro histórico dejando una estela brillante que se revela en la oscuridad.
El peculiar sendero que fue visto por primera vez en la calle Lerdo, reapareció por diferentes noches más, avanzando sin rumbo claro, como si buscara algo. Las huellas serpentearon entre edificios, plazas y banquetas, cruzando puntos clave de la vida cultural tepicense.


En la esquina de Zacatecas e Hidalgo, justo frente a la Plaza Antigua, el rastro pareció desvanecerse en una alcantarilla. Pero la calma duró poco. Después, volvió a aparecer frente al Centro de Arte Contemporáneo Emilia Ortiz, como si el reptil se resistiera a dejar de visitar los espacios de arte de la ciudad.Las huellas resurgieron también en el Centro Estatal de Culturas Populares e Indígenas (CECUPI), y continuaron su marcha sigilosa hacia la calle Zapata, siempre brillando con ese resplandor que desconcierta y fascina.

Finalmente, el recorrido concluyó en el número 91 de la avenida México, justo frente al Museo Regional de Nayarit. Allí, todo cobra sentido: se presume que el cocodrilo (una escultura de gran formato hecha con chatarra) acudió a visitar a uno de los suyos, un ejemplar disecado de cocodrilo americano que descansa en el museo.

El artista detrás de esta travesía es el nayarita David Praiz, quien ha dotado a su obra de vida propia, al menos en el imaginario colectivo. El misterioso cocodrilo, pieza central de la exposición Los de por aquí y a la vuelta, había estado hasta el 15 de agosto en el Centro Cultural Casa Fenelón, de donde partió en una especie de viaje performático por la ciudad, en vísperas del Día Nacional del Cocodrilo, que se celebra el 23 de agosto.
La exposición se inauguró este viernes 22 de agosto a las 10:00 horas en el Museo Regional de Nayarit y permanecerá allí durante dos meses. Además de la escultura del cocodrilo hecho con materiales reciclados, se exhibirán cuatro obras pictóricas elaboradas con pigmentos orgánicos sobre hojas de colomo (Xanthosoma robustum), una apuesta artística por el arte sostenible y la conciencia ecológica.



A través de esta muestra, David Praiz invita a reflexionar sobre la relación del ser humano con la naturaleza, el impacto de nuestras acciones sobre la biodiversidad y la belleza que puede surgir al dar nueva vida a materiales olvidados.
Y así, en esta historia que mezcla arte, activismo y algo de magia urbana, Tepic se convirtió, por unos días, en el hábitat de un cocodrilo errante que no devora, sino que inspira y llama a la reflexión.