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martes, septiembre 2, 2025
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Colapsa protesta Vallarta y Bahía

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El colectivo Resistencia Civil Pacífica bloqueó por completo el boulevard Francisco Medina Ascencio, generando filas interminables de tráfico, confrontaciones civiles y afectaciones al turismo internacional

Puerto Vallarta vivió este lunes 1 de septiembre una de las manifestaciones más intensas de los últimos meses, luego de que integrantes del colectivo RCP (Resistencia Civil Pacífica) bloquearan por completo el boulevard Francisco Medina Ascencio, principal arteria vial de la ciudad.

La cita estaba programada a la una de la tarde frente al centro de verificación responsable, y desde temprano se advirtió que se cerrarían los accesos vehiculares. A la una con treinta, los manifestantes cumplieron: primero cerraron el carril hacia el norte, con dirección a Bahía de Banderas, y minutos más tarde también clausuraron la circulación hacia el sur.

La concentración fue creciendo con el paso de los minutos. Lo que inició con unas decenas de inconformes terminó reuniendo a un par de centenas de ciudadanos que, firmes en su protesta, mantuvieron el bloqueo durante al menos tres horas sin interrupciones.

La escena pronto se convirtió en un punto crítico para la movilidad regional, pues el tránsito quedó completamente detenido en la principal vía de comunicación entre ambos municipios turísticos.

Las consecuencias fueron inmediatas. En Puerto Vallarta, la fila de vehículos se extendió desde el cruce de Francisco Medina Ascencio y Ejército Mexicano hasta la zona de la Marina. En Bahía de Banderas, los automovilistas quedaron varados desde el ingreso a la ciudad hasta llegar a Mezcales. Las rutas alternas, como la carretera estatal 544 y la avenida México, colapsaron rápidamente, generando un panorama caótico para miles de personas que necesitaban trasladarse.

Hacia las cuatro de la tarde, los organizadores de la protesta decidieron implementar una medida parcial: abrir un carril cada diez minutos en cada sentido de la vialidad.

Sin embargo, lejos de calmar los ánimos, esta decisión generó nuevos conflictos. Los motociclistas exigían paso libre y en un par de ocasiones estuvieron a punto de enfrentarse físicamente con los manifestantes. El ambiente se tornó tenso, marcado por gritos y discusiones.

Las afectaciones severas y los turistas enojados

El bloqueo impactó de manera directa en la vida cotidiana de la población. Miles de personas tuvieron que caminar bajo el sol y la lluvia para llegar a sus destinos.

Trabajadores, estudiantes y hasta turistas se vieron obligados a abandonar sus vehículos para continuar a pie. La imagen de visitantes arrastrando sus maletas hacia el Aeropuerto Internacional de Puerto Vallarta fue una de las postales más simbólicas de la jornada, mostrando cómo la protesta trascendió lo local y alcanzó al turismo internacional.

El malestar fue evidente. Muchos ciudadanos afectados se enfrentaron verbalmente con los manifestantes, reclamando por el cierre de la vialidad y exigiendo alternativas. Aunque los intercambios no pasaron a mayores, dejaron claro que este tipo de acciones no siempre cuentan con el respaldo social esperado.

El descontento generalizado se mezclaba con el apoyo de quienes compartían las demandas, creando un ambiente de polarización en plena vía pública.

La manifestación generó dos reuniones

Con la tensión en aumento, alrededor de las seis de la tarde arribó al lugar el Secretario General del Ayuntamiento de Puerto Vallarta, José Juan Velázquez Hernández, en representación del alcalde Luis Ernesto Munguía González.

Tras un diálogo prolongado con los inconformes, se alcanzaron dos compromisos clave. El primero: que este martes 2 de septiembre, a las nueve de la mañana, los ciudadanos afectados por la falta de agua y cobros elevados en recibos del SEAPAL serían atendidos en las oficinas centrales del organismo.

El segundo compromiso fue aún más relevante: este jueves 4 de septiembre, los manifestantes serán recibidos por el presidente municipal en la Unidad Municipal Administrativa, para sostener una reunión de trabajo enfocada en atender sus quejas y proponer soluciones conjuntas.

Tras resistirse inicialmente, los integrantes de RCP aceptaron los acuerdos y levantaron el bloqueo poco antes de las siete de la tarde. Fueron seis horas de calor, lluvia, discusiones y filas interminables que dejaron huella en la vida cotidiana de la región y marcaron el inicio de septiembre con una protesta que difícilmente pasará desapercibida.

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