Una taza de café, me hace tocar el cielo, es una frase recurrente por las mañanas, pero jamás pensé que esa expresión fuera una aseveración de una legisladora veracruzana que, a falta de cafeína en su cuerpo, se lanzó públicamente para anunciar el despegue de una nave con kilos de café rumbo a Marte.
Durante su segunda sesión ordinaria, la legisladora contempló un apoyo fuera de este mundo a los cafetaleros. Se trata de Victoria Gutiérrez Pérez, quien le apuesta que el café es la mejor gasolina de la vida, así que por combustible es viable su proyecto para llevar quintales del aromático a suelo marciano. En realidad, no suena tan descabellado imaginar a los marcianos con una taza en mano pues dicen que no hay lunes que un café no cure o lo que es lo mismo: la vida es eso que comienza después del café…lo que significa que podríamos colonizar mientras disfrutamos esta bebida. Bien diputada, se comprueba una vez más que detrás de cada mujer exitosa, hay una cantidad sustancial de café. Gracias Doña Vicky por enseñar desde su curul jarocha que no hay sueños grandes, hay cafés demasiado cortos.
Creo que sería bueno hermanar los productores de Veracruz y Nayarit, y que, ya que van más allá de la atmósfera terrestre, pues se lleven unos costalitos del aromático de Compostela, de San Blas y de Xalisco y así comparar la calidad del aromático, los y las marcianas, hablando con lenguaje de inclusión porque supongo que en el planeta rojo hay gametos masculinos y femeninos. ¿O no?
Y bueno, como cada taza de café está llena de ideas, pues me gustaría proponer a los de la NASA que la próxima nave a Marte, pudiera ser Coffee Spirit o Apollo Coffe. Yo lanzaría una convocatoria para un Parlamento Ciudadano y con especial énfasis a insomnes, pues hay quienes afirman que el café ayuda a quien duerme poco y sueña mucho. A diferencia de la legisladora emecista y detractora de la iniciativa, María Elena Córdoba con apellido que recuerda aquel viejo anuncio de la Flor de Córdoba y califica la propuesta de su símil morenista como una mera ocurrencia. Sin imaginar que, para el próximo Día Mundial del Café, la diputada promotora anda diseñando una imagen de un astronauta invitando un café a un marciano. Sin mucho presupuesto, contrataría a Florinda Meza: ¿no gusta pasar a tomar una tacita de café? Y con presupuesto, llamaría a Jack Nicholson que en su película “Mars Attack” o “Marte ataca” enfrentó a los alienígenas y ahora, pudiera ofrecer un humeante de Cumbres de Huicicila: ¡Atásquense Marcianos! Ni a Tim Burton, el estrambótico director del filme hubiera creado una escena donde los extraterrestres arribaran a un lugar con sendo letrero futurista en la entrada: Una taza de café no cambiará nuestro mundo, pero es un gran comienzo. ¡Ya, ni una línea más, voy por mi taza de café!