
Hace días, para ser precisos cuando los maiceros de México, o sería más propio decir, cuando algunos grupos de maiceros de México, no todo el país, se inconformaron bloqueando carreteras y casetas de cobro, les comenté que Nayarit no había entrado a las protestas por la simple razón de que nuestros maiceros, ya tenían agendadas varias reuniones institucionales con el gobierno del estado y en este caso, con quienes el gobernador NAVARRO QUINTERO, ha puesto al frente para atender a los hombres del campo que es como ustedes saben, el licenciado JAVIER MERCADO.
Así que de entrada lo que aquí en Nayarit, les han ofrecido supera a lo que les dieron a los inconformes maiceros que pedían cuando menos 7 mil 200 pesos por tonelada y les dieron menos poco menos de 950 pesos, que aunado a los tres mil y fracción que ya tenían, supero apenas los 4000 mil pesos.
Así que hoy quiero compartir esta columna publicada en el financiero titulada “Moneda en el aire”, y que trata el difícil panorama para el campo mexicano, escrita por una joven analista de nombre Jeanette Leyva Reus, y que transcribo tal cual aparece:
La realidad del campo mexicano, el atraso aunado a la falta de recursos y programas que les ayuden en diversos temas, han ocasionado las protestas que hoy vemos.
El campo mexicano tiene dos caras muy opuestas en el país: por un lado podemos tener los grandes campos de primer mundo que exportan lo mejor hacia Estados Unidos y a otros países, y en otras regiones, un campo que apenas sobrevive
Las recientes protestas son evidentes, y ahí pese a la experiencia del secretario de Agricultura, Julio Berdegué y de las altas credenciales internacionales que tiene en el sector del agro, la realidad del campo mexicano, el atraso aunado a la falta de recursos y programas que les ayuden en diversos temas, han ocasionado las protestas que hoy vemos.
Y a todo esto, resulta difícil poder cumplir con las recomendaciones que la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) ha hecho enfocados en temas de sustentabilidad, cuando las prioridades o urgencias son otras.
Por ejemplo, se recomienda que se haga más para garantizar que los programas agrícolas de apoyo a productores, ya sea para producción, fertilizantes o el llamado Sembrando Vida, que como se registró tiene “dudas razonables” en cómo se utilizaron los recursos, pero lo que se recomienda es que para que puedan cumplir con sus objetivos de sostenibilidad se reformen los subsidios a la electricidad para el bombeo de agua que motivan su uso excesivo y en general fomentar prácticas agrícolas sostenibles.
En su último reporte sobre el campo mexicano, se recomienda a México que el programa de Fertilizantes para el Bienestar debería completarse con mayor capacitación de buenas prácticas agrícolas a nivel nacional e incluir un análisis sistemático de las características del suelo y los requerimientos de nutrientes antes de distribuir los fertilizantes, aunque a decir de los agricultores, al menos en los próximos años, los fertilizantes se han entregado muy tarde, lo que ha afectado a las cosechas.
La OCDE recuerda que si se incorporan condiciones ambientales, el Gobierno de México podría asegurar que el Programa Sembrando Vida no incentive a los agricultores a deforestar sus tierras para ser beneficiarios del programa, e integrar pagos complementarios por servicios ambientales para preservar los bosques existentes, lo que habría que ver si se toma en cuenta, ya que se ha documentado el impacto en muchas zonas del país, que precisamente se deforesta con la finalidad de recibir un recurso del gobierno.
Los buenos deseos para que México y la secretaría de Agricultura trabaje para reducir el impacto ambiental de la agricultura y mejorar la seguridad alimentaria requieren reformar el apoyo y reorientar el gasto público hacia la investigación, la innovación y la agricultura sostenible, temas que como investigador y funcionario internacional, el actual secretario conoce muy bien. Aunque todo indica, será difícil, pues el apoyo total a la agricultura en México fue del 0.7 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) en el periodo 2022-2024, debajo del 1.2 por ciento en el lapso del 2000 al 2022, es decir, los mejores años ya pasaron y todo indica que el tema del campo seguirá centrado en las protestas y en la poca atención que reciben del Gobierno Federal, lo que es igual a la alta dependencia que se tiene de otros países en temas alimentarios como en México, nada positivo el panorama…hasta aquí la columna, que augura en breve problemas en este terreno agrícola, es cosa de esperar…hasta el lunes



