El crimen cometido contra el presidente municipal de Uruapan, Michoacán, Carlos Manzo, es una muestra de que en México “ya nadie se siente seguro”. Así lo declaró el diputado local del Partido Acción Nacional (PAN), Ramón Cambero Pérez, quien afirmó que si los criminales lograron asesinar a un político reconocido ante cientos de ciudadanos, la vida de la población común “pende de un hilo”.
El legislador panista lamentó los hechos y señaló que, en los tiempos actuales, “es lo mismo ejecutar a un ciudadano común que a un regidor, a un alcalde (…) y hasta a un diputado local o federal”. Aseguró que la “tibia respuesta” de las autoridades federales ante este tipo de crímenes provoca que los delincuentes se sientan intocables. “La verdad es que es triste lo que está pasando y lo que estamos viviendo los mexicanos en nuestro propio país”, expresó.
Cambero Pérez, quien envió sus condolencias a los familiares del alcalde asesinado, señaló que el “único pecado” de Manzo fue “haber alzado la voz para denunciar lo que todos los mexicanos observan en las calles”. Afirmó que México está dividido y polarizado, con seguridad y posibilidades “sólo para unos cuantos”.
Puntualizó que el actual gobierno federal sigue culpando al PRI y al PAN para “justificar su incapacidad que tienen para gobernar”, a pesar de tener ya ocho años en el poder.



