No hay fecha que no llegue ni plazo que no se cumpla. Tras meses de planificación y talleres, el tan esperado Rally Cinematográfico del Desafío Buñuel México ha dado inicio con gran entusiasmo, marcando su regreso por tercer año consecutivo a tierras mexicanas. Tepic, la capital nayarita, se prepara para vivir una edición más de este festival que, tras el éxito rotundo del 2023, se ha consolidado como un referente cultural para jóvenes cineastas de todo el país. Del 6 al 8 de noviembre, la ciudad será el epicentro de la creatividad y el cine emergente, donde las luces y sombras de Tepic serán testigos de cómo nacen cinco historias en un tiempo récord.
El Desafío Buñuel no es únicamente una competencia, sino un espacio único donde la creatividad se pone a prueba de una manera visceral y tangible. En un formato innovador y desafiante, cinco equipos de cineastas provenientes de distintas partes del mundo tienen la misión de crear, en tan sólo 48 horas, un cortometraje capaz de transmitir su esencia y contar su historia, teniendo como escenario la ciudad de Tepic.
Este año participan los equipos:
- Soñé que tocaba la batería, de Guadalajara, Jalisco;
- Caelifera, de Puebla;
- El tren como el tiempo pasará, con integrantes de Puebla y Ciudad de México;
- El silencio de la tierra, de Tepic, Nayarit;
- y Por los que se quedaron, proveniente de Teruel, España.
Cinco relatos que se desarrollarán al ritmo frenético del reloj, entre las luces, sombras y colores de una ciudad que, aunque pequeña, guarda en sus calles el eco de mil historias que se pueden desarrollar.
Durante las 48 horas que dura la competencia, los jóvenes cineastas deberán ser directores, guionistas, productores, camarógrafos y sonidistas a la vez. Cada equipo es un microcosmos de creatividad, un laboratorio donde las ideas se cocinaron a fuego lento durante los meses de preparación, y hoy se fraguan bajo la presión del tiempo. Las decisiones se toman al instante, las improvisaciones se convierten en magia, y el trabajo en equipo es clave para llevar la película de la mente a la pantalla. Lo que comienza como una idea vaga se transforma, en apenas un par de días, en un relato con forma, sonido e imagen.
El Rally Cinematográfico del Desafío Buñuel México no se limita a la competencia. Este festival también es un espacio de aprendizaje y reflexión. Los talleres, conferencias y proyecciones de la mano de expertos de la industria cinematográfica nacional e internacional se han convertido en uno de los grandes atractivos para los asistentes. Los jóvenes cineastas no solo compiten, sino que tienen la oportunidad de enriquecerse con el conocimiento de quienes ya han recorrido el arduo camino del cine profesional.
A lo largo de este fin de semana, figuras como Fanie Soto, Sandra Silva y otros grandes del cine mexicano compartirán su experiencia con los participantes en talleres sobre producción, exhibición y distribución cinematográfica. Estos espacios son fundamentales para quienes buscan perfeccionar sus habilidades y, a la vez, comprender el proceso que va más allá de la creación: la manera en que una película encuentra su lugar en el mundo.
La proyección de La Eterna Adolescente, dirigida por Eduardo Esquivel, y la charla posterior con el director, será una oportunidad única para los participantes de conocer el proceso detrás de una película, el trabajo que se realiza para llevar una idea desde el guion hasta la pantalla grande. Además, la muestra de cortometrajes locales Nayarit en Corto le dará visibilidad a los talentos regionales, quienes también encontrarán en este festival una plataforma para compartir su arte.
El Desafío Buñuel es, en última instancia, un evento que beneficia tanto a los cineastas participantes como a toda la comunidad que se involucra en él. Los talleres y proyecciones son una invitación abierta para que el público se acerque al cine de autor, al cine independiente, y viva la emoción de ver cómo nacen las historias. Los conciertos, como el de Colores Santos y El Torinotabi, agregan una dimensión festiva a la programación, transformando a Tepic en un punto de encuentro cultural donde las artes se viven intensamente.



