Productores de caña de diferentes estados del país reconocieron la acción de la Secretaría de Economía y la Secretaría de Agricultura de incrementar en 210 por ciento los aranceles para frenar las importaciones de azúcar. Sin embargo, esta medida no rescatará el precio de la caña para la zafra actual ni la siguiente, pues el daño ya está hecho: un millón 200 mil toneladas de azúcar importada ya se encuentran en el mercado nacional.
La consecuencia directa es que el precio de la caña para la próxima zafra, que inicia la siguiente semana, se desplomará a un precio “pasaditos los 900 pesos” por tonelada. Esta cifra es drásticamente menor a los mil 152 pesos pagados el año pasado y representa una pérdida de 450 a 500 pesos por tonelada, un monto que no cubre los costos de producción.
Octavio Lizárraga, dirigente del Movimiento Cañero Permanente, informó lo anterior desde la Ciudad de México, donde productores de varios estados, como Veracruz, realizan un plantón y están preparados para “quedarse los días que sean necesarios”. Los cañeros buscan un “rescate” de 300 pesos por tonelada para solventar las pérdidas de la zafra pasada, pero la Secretaría de Agricultura no autorizó el apoyo.
El dirigente explicó que los acuerdos nacionales que permitieron esta situación se firmaron “sin tomar en cuenta la base de los cañeros, que es la que realmente sufre las consecuencias”. Esta crisis pone en duda el inicio de la zafra en el ingenio de Puga, ya que los productores deberán valorar si es rentable cosechar. “Si le vamos a entregar la caña para quedar debiendo, pues dudo que eso sea negocio”, sentenció Lizárraga.



