
“Las posadas, son una tradición que nos institucionalizaron los sacerdotes evangelizadores, durante la época de la colonia en México. Con la Virgen María embarazada y montada en un burro, en compañía de su esposo San José. Buscando posada, para pasar la noche, donde ella daría a luz al niño Jesús, en el pueblo de Belén.” Literatura sobre el tema.
EN LA ESCENOGRAFÍA RELIGIOSA
En la escenografía religiosa.
María venía ya muy cansada de un largo viaje, montada en un asno y a punto de dar a luz además.
José su esposo la acompañaba a Belén, para ser inscritos en el censo romano.
No encontraron posada en el mesón del pueblo, muy lleno por motivo de demasiados visitantes, por acudir al censo.
Lo único disponible fue un establo de algún vecino piadoso, que les dio posada.
Según el libreto de los evangelizadores, allí nació Jesús en la madrugada del 25 de diciembre.
Entre chivos, borregos, vacas y un toro. Prácticamente en un pesebre de paja.
Encima del establo en el cielo, brillaba con intensidad una gran estrella, la de Belén.
Misma que guió a los Reyes Magos, quienes venían buscando a Jesús, para brindarle su respeto y admiración.
Por lo cual, le trajeron tres regalos.
Incienso para un Dios.
Oro para un rey.
Mirra como unción a un hombre y anticipa su unción al morir.
LAS POSADAS
Las posadas en esa vieja tradición, duran 9 días. Un novenario.
Del 16 de diciembre.
Hasta el día 24 del mismo mes.
SU ESTRUCTURA
Su estructura tiene dos momentos.
Uno. – Los peregrinos caminan por las calles del barrio.
Llevan velas, cachimbas o luces encendidas, para alumbrar su camino.
Van cantando villancicos y recitando oraciones.
Llegan a una casa, tocan la puerta y dicen: “En nombre del cielo/ os pido posada/ pues ya no puede andar/ mi esposa amada”. Se supone, que está hablando San José.
Dos. – Contestan los de adentro: “esta casa no es mesón/ sigan adelante/ no podemos abrir/ no vaya a ser un tunante.”
Por fin, acceden las personas de adentro y abren. En el interior, tienen ya un nacimiento. Hay una madrina y un padrino, los cuales arrullan al niño y lo acuestan a dormir. Al acceder entonan: “entren santos peregrinos/ pasen a este rincón/ aunque es pobre la morada/ se abre de corazón.”
LA PIÑATA
Acto seguido, pasan a romper una piñata.
La piñata es la iglesia.
Pero en su entorno, están, como en la vida real: el bien y el mal.
Se rompe la piñata y se elimina el mal.
Triunfa el bien, quien derrama bendiciones convertidas en frutas y dulces.
ACTO SEGUIDO
Acto seguido, hay una convivencia comunitaria, en torno al nacimiento. Hay una madrina y un padrino que arrullan y acuestan al niño -de bulto -, que es Jesús.
Se reza y cantan villancicos navideños.
Luego los dueños de la casa que recibió a los peregrinos, los buenos posaderos, les ofrecen a los visitantes bocadillos.
Tamales y atole.
Buñuelos y panes.
Ponche con frutas y vino.
Tacos y tortas.
E igualmente comida de la época navideña.
Pollo, pavo, carne asada, frijoles puercos.



