Para los comerciantes del corredor artesanal Wikiri en el centro de Tepic, el fin de año ha traído un respiro económico necesario, aunque con un sabor agridulce. Si bien la temporada vacacional inyectó vida a los pasillos con la búsqueda de souvenirs y piezas wixárikas, la dinámica no ha logrado igualar las cifras del año pasado debido a un factor logístico: la falta de operación total del mercado vecino.
Julio César López, presidente de Artesanos con Dignidad A.C., reconoce que la ubicación sigue siendo un desafío. Mientras que el turismo recurrente sabe exactamente dónde encontrarlos, los visitantes primerizos suelen perderse sin la referencia del mercado abierto. “No es igual que el año pasado… si vienen por primera vez, no conocen nuestra ubicación; siempre se venían al mercado y es como nos encontraban”, explicó el líder gremial.
A pesar de este “muro invisible”, la afluencia es positiva. Actualmente reportan una asistencia del 80%, y las expectativas son altas para el cierre de la temporada: confían en que, con el flujo de retorno de los viajeros, las ventas puedan repuntar y superar el 100 por ciento en los próximos días.
En los puestos, la oferta es tan variada como los bolsillos de los visitantes. Se pueden encontrar desde pequeños llaveros de 40 pesos hasta collares elaborados que alcanzan los 500 pesos, pasando por las populares cachuchas bordadas que oscilan entre los 250 y 300 pesos.
Sin embargo, López lanzó una advertencia amistosa a los compradores: es momento de aprovechar. Los precios se han mantenido sin cambios desde el inicio de la temporada, pero la incertidumbre económica del 2026 podría forzar ajustes. “Aprovechen, porque entrando el año no sabemos cómo se vaya a venir la situación”, señaló.
Por lo pronto, los cerca de 60 artesanos del andador han puesto su mejor cara, y su mejor decoración, para mantener el espacio colorido y festivo, esperando que la buena racha se extienda hasta el Día de Reyes.



