Por Karina Cancino
Ney González anunció que ahí sería la meca planetaria de la animación digital. Nunca se vio resultado alguno ni se dio cuenta del destino del equipo y recursos invertidos en el faraónico proyecto. En 2012, el gobierno de Roberto Sandoval de manera irregular entregó a un particular en comodato una superficie para otro proyecto magno, Calidad Nayarita, donde los productores cubrirían la demanda de la pujante zona turística.
Diez años después, a inicios de este mes de agosto, la Policía Estatal Turística encontró un drama al interior de una frutería ubicada en camino a la Cruz de Huanactaxtle, Punta de Mita, en Bahía de Banderas: nueve personas, entre ellas dos menores de edad, estaban en condiciones de esclavitud, hacinamiento, trabajo forzado y riegos sanitarios. Todas son del pueblo originario tzotzil.

Los agentes los hallaron entre montones de papel higiénico sucio, camas simuladas con cartones, hacinamiento y extenuantes horas de trabajo. Realizaban las investigaciones para recuperar terrenos vendidos o regalados (entregados en comodato) ilegalmente en Bahía de Banderas, como parte del Mega Operativo Nuevo Nayarit, que llegará a fondo en el caso del fraude del Fideicomiso Bahía de Banderas (FIBBA) cuantificado en más de 21 mil millones de pesos.
Son las sorpresas encontradas en el camino de la recuperación de los inmuebles para el patrimonio estatal condujo a esta superficie.
Las investigaciones conducen a una amplia red de corrupción en las ventas simuladas y comodatos a modo en la zona de mayor rentabilidad inmobilaria del estado y entre las más dinámicas del país.
Entre otras acciones legales, destaca la disputa que mantiene el gobierno del estado con el empresario Héctor Cárdenas Curiel, que de la mano de Ney González hizo operaciones ilegales en los desarrollos de Punta Raza, también en Bahía de Banderas.