Por Salvador Cosío Gaona
Rishi Sunak, es el nuevo primer ministro de Reino Unido, tras hacerse con la jefatura del Partido Conservador, y después de que Liz Truss dimitiera ante las presiones de su propio partido por el fracaso de su programa de impuestos. A la llegada a la que será su nuevo domicilio, el 10 de Downing Street, Sunak ha definido su elección como “un gran honor” y ha prometido “estabilidad y unidad”, una tarea que luce bastante complicada. Sin embargo, después de meses de caos político y económico, el ex ministro de Finanzas es la última esperanza del partido conservador, quien debería salvarlos del hundimiento, y a Gran Bretaña, de la crisis económica.
Tiene 42 años, no toma alcohol, y está casado con la hija de una familia multimillonaria de la India. El exbanquero de origen indio es delgado, despierto, y va siempre vestido de forma impecable. Un ex compañero de clase lo llamó “lo suficientemente inteligente, lo suficientemente sensato y lo suficientemente educado” (en la revista The Tatler) para hacer carrera. Rishi Sunak es una especie de “anti Boris Johnson”, quien cultivó la imagen del bohemio descuidado y con un poco de sobrepeso, con la camisa colgándole de los pantalones.
La carrera de Sunak fue impulsada por sus padres. Su padre era médico; su madre atendía su propia farmacia. Sus abuelos emigraron desde Punjab, en el noroeste de la India, hacia el este de África, a Tanzania y Kenia, donde nacieron sus padres, y estos se fueron a Inglaterra. Los valores de esta familia de inmigrantes son, según la tradición india, trabajo duro y éxito académico. Rishi fue al Winchester College, una escuela privada y cara, y luego estudió Filosofía, Política y Economía en la tradicional Universidad de Oxford. Después viajó a Estados Unidos, a la Universidad de Stanford, para finalizar allí sus estudios de Administración de Empresas, en una universidad no menos elitista, pero con perspectiva internacional.
Fue en Stanford donde conoció a su esposa, Akshata Murty, hija del cofundador del gigante del software Infosys. Juntos poseen una fortuna de más de 1.200 millones de dólares. Sunak trabajó primero en las finanzas, en Goldman Sachs, y luego, como socio, en dos fondos de alto riesgo. Es considerado uno de los diputados más pudientes de Gran Bretaña. En el verano boreal, la prensa amarillista lo criticó por usar zapatos Prada. Sunak dijo que “eran zapatos muy viejos”.
Su riqueza es su mayor debilidad política.
A pesar de eso, la carrera de Sunak en la política ha sido meteórica. En 2015 fue elegido como diputado conservador en una banca tory segura, y luego Boris Johnson lo nombró ministro de Finanzas. Ya entonces se lo consideraba un probable sucesor de Johnson. Escándalos no le faltan: su esposa habría ahorrado impuestos al declararse como “no residente” en Reino Unido. Y se dio a conocer que Sunak todavía poseía una green card estadounidense, luego de volver de EE. UU. y desempeñarse ya como ministro de Finanzas. El haberla conservado despertó dudas sobre su lealtad a Gran Bretaña.
Como Boris Johnson, Rishi Sunak es partidario del “brexit”. El nuevo primer ministro británico deberá ser capaz, política e intelectualmente, de renegociar el “brexit”. Muchos creen que los problemas económicos de los últimos años se deben a la salida de Reino Unido de la Unión Europea, por lo cual Sunak debería darle un giro al asunto, y eso podría traerle problemas con los defensores acérrimos del “brexit” entre los tories.
Cuando asumió como ministro de Finanzas, durante la pandemia, prometió “hacer todo lo necesario” para que el país superara la crisis. Sin embargo, sus generosos planes económicos con, por ejemplo, un programa de ayuda de 350 mil millones de libras, fueron el comienzo de un gran endeudamiento estatal, como sucedió también en otros países de Europa. Ahora deberá intentar tapar el agujero negro de la deuda estatal por medio de duros recortes en los servicios públicos. En el verano se perfiló como un halcón fiscal, un administrador financiero responsable, que quería poner orden en las arcas británicas y frenar el endeudamiento del Estado.
Al asumir como primer ministro de Gran Bretaña, Rishi Sunak será el primer mandatario británico proveniente de una familia de inmigrantes indios. Durante su juventud tuvo pocas vivencias racistas, dijo en entrevistas. El bienestar económico de su familia lo protegió de eso, lo que no significa que su ascenso no provoque reacciones racistas en algunos británicos. “(…) Pero sea cual fuere su opinión política, celebremos al primer primer ministro asiático-británico, y enorgullezcámonos de nuestro país, donde esto es posible”, tuiteó el ex ministro de Finanzas George Osborne.
“Mis padres inmigraron aquí (…) para construirse una vida”, dijo Sunak en 2019 a la BBC. “Mi origen cultural significa que voy al templo el fin de semana, soy hindú; y el sábado, voy al partido de los Southampton Saints; uno hace ambas cosas, uno hace simplemente todo”, dijo Sunak en 2019 a la BBC. Esa capacidad de actuar en varios niveles será la que necesitará Sunak cuando intente apaciguar a los conservadores en disputa, y al electorado británico, el cual, luego de una serie de escándalos, ve con cinismo y apatía política las promesas de otro gobierno tory.
Entre las curiosidades, llama la atención que será la primera vez que el jefe de Gobierno británico sea más rico que el propio rey Carlos III. Según publicó The Sunday Times, la fortuna de Sunak viene en su mayoría de parte de la familia de su esposa, hija de un multimillonario indio del software. Narayana Murthy, un programador indio que cofundó el gigante tecnológico Infosys, tiene una fortuna que asciende, según Forbes, a 4,5 billones de dólares.
Murthy, por tanto, posee acciones por valor de casi mil millones de dólares de esta empresa. El valor de la compañía se estima hoy en día en 100 mil millones de dólares, una cifra más importante que la de la difunta reina Isabel II, que ascendía a unos 350 millones de libras (casi 400 millones de dólares), según el mismo diario mencionado anteriormente.
Su fortuna, sumada a la de su marido Sunak, le dieron en el ranking británico publicado en mayo el puesto 222º de los más ricos de Reino Unido con un total de unos 730 millones de dólares. La pareja posee cuatro casas repartidas por el Reino Unido y California, con un valor estimado de 18,3 millones de dólares.
La propiedad más grande de su colección es Manor House, una mansión rural de dos pisos del siglo XIX catalogada como patrimonio en el pueblo de Kirby Sigston en el Norte de Yorkshire, que compraron en julio de 2015 por 2,3 millones de dólares. Según los informes, la pareja está gastando 450.000 dólares para instalar un centro de ocio con una piscina de 12.192 metros, un gimnasio y una cancha de tenis al aire libre.
Forbes estima que Murthy ganó 70 millones de dólares (antes de impuestos) en dividendos de Infosys de 2015 a 2022, más de 17 millones de dólares de la venta de acciones en diciembre de 2017. Este también ha invertido en su país de origen, la India, a través de una empresa en Mauricio, una nación insular en el Océano Índico que a menudo se describe como un paraíso fiscal.
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