Como ya comentaba en la primera parte de esta entrega, la autora de “El Rey del cash”, Elena Chávez, es el nuevo objetivo de Palacio Nacional y Bucareli, desde donde se ha echado a andar la maquinaria para evitar que publique un segundo libro a sabiendas de que nuevamente el presidente Andrés Manuel López Obrador será el protagonista y que saldrán a la luz muchos más de sus oscuros manejos junto personajes que ahora se muestran como integrantes de la Cuarta Transformación.
El asunto es que la periodista no está dispuesta a convertirse en su siguiente víctima y hace algunos días denunció el atropello de que es objeto. Informó que recientemente la Fiscalía de la Ciudad de México abrió un expediente en su contra por “daño moral”.
Según explicó, se le acusa de haber sido la causante de perjudicar (hace dos años) a unos perros golden retriever, por lo que denunció que “la Fiscalía de la Ciudad de México se prestó en venganza por mi libro para hacer esto, pero utilizó a un explotador de animales para crear el expediente”. De acuerdo con la demanda, por el daño moral a los cachorros la escritora deberá pagar 40 millones de pesos.
Tras las publicaciones, la cuenta oficial de la Fiscalía General de la Ciudad de México respondió en un breve tuit que las demandas de carácter civil no son de su competencia, por lo que los funcionarios que trabajan en esa dependencia no tienen injerencia en la denuncia que refiere Elena Chávez.
“Le informamos que las demandas de carácter civil no son competencia de esta Fiscalía, nuestros ministerios públicos no tienen injerencia en el asunto que refiere. Es falso que esta institución esté relacionada con dicha denuncia civil. Estamos a sus órdenes”.
Sin embargo, hay que decir que después de la publicación y el éxito de su libro El rey del cash, Elena Chávez ha sido víctima de censura, amenazas y persecución.
De hecho, en octubre pasado ya había recibido una multa por casi 5 mil pesos de las autoridades capitalinas por el mismo caso que ahora -como ya comentaba- se le ha abierto un expediente.
En aquel momento, dio una entrevista a José Cárdenas para Radio Fórmula, en la cual Chávez contó que en días pasados había recibido una notificación de una multa de la Tesorería del Gobierno de la Ciudad de México, presuntamente por maltrato animal supuestamente ocurrido hace dos años.
La autora comentó que lo que hicieron las autoridades de la Ciudad de México para hacerle “esta terrible acusación” fue utilizar la carpeta de investigación de Javier Fernando Gómez Segura, a quien se acusó en 2017 de maltrato animal, sobre la que pusieron su nombre “y me ponen a mí como acusada”. Sobre este asunto, en una comunicación para etcétera dijo que ese caso fue sobre que ese señor tenía 38 perros Golden en su casa, a los que explotaba para vender cachorros.
Sobre el asunto, Chávez recordó que ella fue diputada de la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México en 2016, en la que, comentó, “lo que hice fue dejar a los animales con el reconocimiento de seres sintientes”.
Además, Chávez es autora de un libro titulado Ángeles abandonados, publicado en 2014 y con prólogo de Elena Poniatowska, en el que trata el problema del maltrato y abandono de animales, además de que formó una fundación que busca generar “una cultura de respeto, protección y buen trato a los animales”.
De allí que la periodista considere que la acción de las autoridades capitalinas “no significa más que un acto de venganza por el libro, porque les ha resultado muy incómodo. Y, bueno, están tratando de crearme ya algún delito, sabiendo que yo soy activista por los derechos de los animales. Cuando yo fui diputada constituyente ciudadana lo que hice fue dejar a los animales con el reconocimiento de seres sintientes”.
Sobre si es una represalia por su libro, Chávez expresó que ya empezaron a hacerlas con un delito grave como es el maltrato a los animales. Y se dirigió a Ernestina Godoy: “Le quiero decir a la fiscal de la Ciudad de México que, en lugar de andarme persiguiendo a mí, que mejor se ponga a investigar la empresa fantasma que creó Mario Delgado en el Metro, que eso es más importante porque son dos puntos ilegales, que andar persiguiendo a una ciudadana que solamente escribió un libro que es una verdad y que les está resultando demasiado incómodo”.
También se refirió a quienes le acusan de no aportar pruebas en su libro: “Ellos quieren desacreditar todo, pero también han salido voces a decir que lo que yo digo es verdad, y eso los trae verdaderamente molestos. Entonces, a esperar a ver qué otras cosas se les ocurren, pero mientras ya pasé a ser de la lista de maltratadoras de animales”.
Así pues, el rey del cash (el libro), ha tenido que sobreponerse a toda clase de obstáculos, desde que al menos en tres ocasiones cancelaran las sedes para su presentación, hasta que lo encontraran escondido o guardado en cajones en las librerías y tiendas en donde debía estar en exhibición y a la venta.
De acuerdo con las declaraciones de la periodista de investigación, Anabel Hernández, quien es la autora del prólogo, la recomendación que mucha gente le dio a Elena Chávez era que no publicara El Rey del Cash por el riesgo que esto implicaba para su propia seguridad.
“La recomendación que le hacían a Elena era ‘tú no puedes presentar el libro en México, tienes que irte, te pueden matar, te pueden desaparecer, te pueden calumniar, te pueden perseguir judicialmente’”, mencionó Anabel Hernández.
Asimismo la periodista destacó que la recomendación que ella siempre le dio a Elena Chávez fue la de permanecer en México y defender su obra, ya que había tenido mucho valor al abrir su vida personal y contar su testimonio para que los ciudadanos puedan conocer las circunstancias en las que se encuentra el país.
“No ha sucedido nada, no debería suceder nada pero yo sí quisiera poner esto sobre la mesa porque además habla del valor de Elena, Elena pudo haber tomado un avión y haber dejado aquí el libro y chao con permiso”, declaró la periodista de investigación.
Tras la publicación de “El Rey del cash”, Elena Chávez ha sido víctima de censura, persecución, violencia de género, y amenazas. Hoy se suma un intento de intimidación más, este por medio de una acusación directa maquinada y orquestada por las autoridades y sus instancias de justicia.
No es una novedad ni sorpresa que el gobierno federal en turno eche mano de la fuerza del Estado para amedrentar, perseguir, y acorralar a aquellos que considera sus adversarios. Se ha visto en infinidad de ocasiones en lo que va de este sexenio y aunque en algunas ocasiones la presión social ha impedido que logren sus fines en otras no ha sido posible.
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