Volantín | A la cárcel

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Por Salvador Cosío Gaona

Donald Trump, en campaña y cercado por los problemas judiciales que se podrían empezar a concretar en los próximos días con una imputación penal, tiene claro que ha de utilizar todos los canales a su disposición para generar ruido contra esas iniciativas, mostrarse como la víctima de su famosa caza de brujas y combatir a los republicanos que pretenden competir con él por la Casa Blanca en el 2024. 

Así que, aunque defendió que se centraría en su propia red (Truth Social), este viernes regresó a Facebook después de que hace un par de meses le levantarán el veto a participar en esa plataforma que le impusieron el 6 de enero del 2021. Aquella fue la jornada del asalto al Congreso que Trump alentó para evitar que Joe Biden les sucediera. Su primer post desde esa fecha se produjo este viernes. Consistió en un vídeo corto de la CNN de la noche de su victoria electoral en noviembre de 2016. 

Trump asegura que será detenido el martes y convoca protestas para “recuperar la nación” 

El expresidente estadounidense agita el fantasma del 6 de enero al atribuir a una filtración la información de su supuesto arresto, vinculado a la causa por el pago a la estrella del porno Stormy Daniels. Fiel a su estilo, capaz de agitar las tranquilas aguas de un sábado por la mañana en Estados Unidos con un simple mensaje en una red social, Donald Trump amaneció diciendo, sin aportar pruebas, que será arrestado el martes, por lo que convoca a sus seguidores a protestar para “recuperar” la “nación”. El expresidente lo ha hecho en un airado post en su plataforma, Truth Social, escrito todo en mayúsculas, lo que, según dicta la etiqueta de internet, equivale a gritar. En él, critica a la “oficina del fiscal de distrito corrupta y altamente politizada de Manhattan”. Trump escribió ese mensaje dos días después de que trascendiera en los medios que el fiscal demócrata Alvin Bragg estudia imputarlo por un pago de dinero secreto a la estrella de cine porno Stormy Daniels, para comprar su silencio y enterrar un presunto affaire antes de las elecciones de 2016 que lo llevaron a la Casa Blanca. 

Dos horas después de publicar su andanada, un portavoz del expresidente emitió un comunicado que decía que Trump no lo había escrito con más información que la disponible para el resto de la opinión pública, y que al hacerlo carecía de detalles sobre el momento del supuesto arresto o incluso si se va a producir. De producirse, no sería su primer arresto; ya se enfrentó a cargos penales en los años setenta. El comunicado agrega que Trump estaría en Texas para un “gran mitin”. Será en la localidad de Waco. 

La retórica del mensaje es inequívocamente trumpiana, con los rodeos en forma de frases subordinadas, el uso de las mayúsculas, el recurso a Soros, uno de sus fantasmas favoritos, o la tercera persona para referirse a sí mismo. Y es inevitable escuchar tras la exhortación a la protesta lanzada a sus seguidores los ecos de sus llamamientos previos a la insurrección del 6 de enero de 2021 que derivó en un asalto al Capitolio.  

Esta semana, los medios han informado de la celebración de reuniones entre las diferentes agencias locales, estatales y federales para tratar la mejor manera de prepararse ante un arresto de Trump. Entre los convocados a esas reuniones estaban la policía de Nueva York, miembros del tribunal de la ciudad, el servicio secreto de Estados Unidos, el FBI y la Oficina del Fiscal de Distrito. 

Daniels sostiene que mantuvo una relación sexual con Trump y que recibió 130,000 dólares en los últimos días de la campaña de las presidenciales de 2016 a cambio de su silencio. Este siempre ha negado que tal relación existiese. Su exabogado Michael Cohen se declaró culpable en 2018 de un delito federal por haber realizado ese pago. 

Además de este caso, Trump tiene investigaciones pendientes con la justicia por los documentos clasificados encontrados en su residencia privada de Mar-a-Lago (Florida), a cargo de un fiscal especial; por su posible implicación en el 6 de enero y por su intento de manipulacion en Georgia (presionó a su secretario de Estado, el republicano Brad Raffensperger, para que “encontrara” suficientes votos para revertir la victoria de Biden en 2020). Además, están las dos pesquisas de carácter económico por sus prácticas comerciales y las de sus empresas, en particular, por las acusaciones de que tergiversó el valor de sus activos ante los prestamistas y Hacienda para garantizarse condiciones preferentes y exenciones fiscales. 

El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Kevin McCarthy, saltó este sábado a la arena de Twitter para acusar a Bragg de “un escandaloso abuso de poder” y de “perseguir una venganza política” contra Trump. “Pediré a los comités pertinentes que investiguen de inmediato si se están utilizando fondos federales para subvertir nuestra democracia al interferir en las elecciones con enjuiciamientos por motivos políticos”, prometió. Trump, metido de lleno en su tercera campaña hacia la Casa Blanca, por la que asoman serios competidores, como el gobernador de Florida, Ron DeSantis, se había preparado este sábado el terreno con otro mensaje, publicado dos horas antes, también en Truth Social y también en mayúsculas, que decía: “Nuestra nación es ahora tercermundista y agoniza. ¡El sueño americano está muerto! Los anarquistas de izquierda radical nos han robado nuestras elecciones presidenciales, y con ellas, el corazón de nuestro país. Los patriotas estadounidenses están siendo arrestados y mantenidos en cautiverio como animales, mientras que a los criminales y matones de izquierda se les permite vagar por las calles, matar y quemar sin consecuencias.  

Como ya hizo tras perder las elecciones, cosa que acabó con el asalto al Capitolio en enero del 2021, esta vez también llamó repetidamente a que sus bases salgan a protestar.  

En tanto, el fiscal jefe de Manhattan sostuvo que “no vamos a tolerar ningún intento de intimidar a nuestra oficina o que se amenace al estado de Derecho en Nueva York”. 

Trump siempre ha negado que mantuviera relaciones con la estrella porno y que se trata de otra “caza de brujas” 

Michael Cohen, el que fuera su abogado y mano derecha, es el principal testigo de cargo. Cohwn, que cumplió tres años de cárcel por este asunto, se encargó de hace el pago a Daniels. Ella también ha prestado declaración y habría confirmado la relación sexual. 

El viernes se difundió que las fuerzas de seguridad están en alerta ante la posibilidad de que se produzcan manifestaciones por la posible imputación penal. Sería la primera vez que un expresidente de Estados Unidos experimenta algo así. 

opinion.salcosga@hotmail.com 

@salvadorcosio1 

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