Una vida cargada de desgracias persigue a Leobardo López Ruiz. Tiene apenas 40 años de edad y como consecuencia de sus adicciones al pegamento cinco mil y las bebidas alcohólicas, poco a poco fue perdiendo la vista, además que una de sus extremidades se la amputó el tren de carga, en la ciudad de Guadalajara, Jalisco.
De acuerdo a lo dicho por el señor López Ruiz, a quien los ciudadanos lo identifican con el mote de “Furia Ciega”, hace cuatro años aproximadamente, en la ciudad de Guadalajara, Jalisco, el tren de carga que iba con destino al norte del país le cercenó su pie derecho.
Explicó que el día del accidente él corría al lado de los vagones del tren para intentar abordarlo, resbaló y fue cuando ocurrió el accidente que lo marcó de por vida: “el tren me cortó mi pie, todo fue muy rápido, esa tarde yo corría para subir al tren y regresar a Tepic pero de pronto me vi tirado en el suelo y sin mi pie, me desmayé y cuando desperté estaba en un hospital”, recuerda.
El señor Leobardo López Ruiz dice tener su domicilio particular en la ciudad de Tepic, pero no precisó las calles ni el número de la vivienda.
Aseguró que su señora madre hace poco tiempo falleció y en la casa donde él vivía ahora es habitada por dos de sus hermanos, con quienes mantiene muy poca comunicación.
Duerme en las bancas de la plaza principal de Tepic, ya que a la casa de sus hermanos sólo acude cada tres o cuatro meses: “Casi no los visito, vivo en la calle”.
Puntualizó que para lograr sobrevivir pide la moneda a los transeúntes que acuden al mercado de la ciudad, pero comentó que además de monedas, alimentos y agua para beber necesita ropa limpia: “Aquí me la paso en la plaza de Tepic, aquí me encuentran todos los días, por si alguien me quiere ayudar aquí estoy”.
