No hay anhelo más grande que el de una madre cuando ve coronado el éxito y los ascensos de un hijo que se encarga de otorgarle la propia vida, sostuvo bastante bien emocionada doña Fidela López Gómez, quien tuvo la fortuna de acompañar este lunes en el Poder Judicial, a su hijo José Omar Arciniega López que asumió oficialmente el cargo de magistrado numerario del Tribunal Superior de Justicia, quien pasó de juez a magistrado.
“Las madres debemos ser realistas, por lo que yo nunca pensé que mi hijo fuera a superar su actual cargo de juez y convertirse repentinamente en magistrado, gracias a dios su limitación motora y las ganas de superación constantes, no han sido impedimento para su crecimiento profesional, que le puedo decir de cómo me siento: emocionada con muchas ganas de llorar pero de alegría, soy la madre más feliz sobre la tierra”.
Doña Fidela confesó que como madre, nunca visualizó a su hijo como magistrado, y no por su limitación motora sino por el sistema con que se venían asignando las plazas y los cargos.
“En ocasiones yo se lo decía, porque siempre lo veía que él quería los ascensos y yo sólo le decía, hijo necesitas una muy buena palanca o un buen padrino para que te ayude, sin embargo, Dios y su profesionalismo le permitieron conseguir su sueño y alcanzar el anhelo de su señor padre que ahora lo guía desde el cielo”.
José Omar Arciniega López, de 47 años de edad, es el mayor de una familia integrada por cuatro hermanos.