La Alianza Mexicana de Organización de Transportistas A.C. (Amotac) desencadenó un paro nacional que impactó significativamente diversas vías principales en todo el territorio mexicano. En el estado de Nayarit, el libramiento de Tepic, parte de la Carretera Federal 15, se convirtió en el epicentro de la manifestación.
Los transportistas cerraron completamente todos los carriles del libramiento de Tepic, iniciando en la entrada a Camichín de Jauja, para después continuar hacia la caseta de Tepic-Villa Unión, en donde impedirían el tránsito de Tepic a Mazatlán y viceversa.

El bloqueo en Tepic duró poco más de tres horas y tras negociaciones arduas con el subsecretario de Movilidad y Seguridad Vial, Javier Macías Licea, los transportistas acordaron permitir el paso durante 15 minutos, despejando temporalmente el bloqueo y facilitando el tránsito de los automovilistas.
Victoria Jesabel Frías Saucedo, delegada de Amotac en Nayarit, estuvo presente durante la protesta para compartir el mensaje del presidente de la organización, Rafael Ortiz Pacheco. A nivel nacional, Ortiz Pacheco reiteró la continuación del paro en respuesta a lo que describió como “la cerrazón de los funcionarios” del gobierno para abordar las demandas de seguridad vial planteadas por la organización.
El líder transportista expresó su desilusión después de una reciente reunión con representantes de la Secretaría de Gobernación, alegando que “no se mostró la inteligencia necesaria para resolver algunos de los puntos exigidos por los transportistas”.

Ortiz Pacheco resaltó la alarmante frecuencia de los asesinatos de operadores, que alcanzan entre uno o dos por mes, y las consiguientes pérdidas de patrimonio debido a la inseguridad en las rutas de transporte. En declaraciones a medios locales, la delegada Frías Saucedo mencionó la trágica pérdida de dos miembros de Amotac en la misma semana, ambos originarios de Nayarit y fallecidos en el estado de Puebla.
El líder transportista señaló que la falta de vigilancia efectiva en las carreteras ha brindado una ventaja a los delincuentes, especialmente en tramos donde la presencia de la Guardia Nacional es prácticamente inexistente. “Nos encontramos con una Guardia Nacional que no era de caminos, la falta de vigilancia nosotros la notamos”, afirmó Ortiz Pacheco en un comunicado.