“No es fácil salir del mundo de las drogas y el alcohol, yo empecé a consumir cocaína desde que tenía 33 años, en ese entonces yo era un hombre de negocios, tenía varios puestos ambulantes en el centro de Tepic que me dejaban buen dinero, yo me dedicaba al comercio, tenía varios puntos de venta, no era ilegal lo que vendía, vendía botanas curtidas, tenía ventas de hasta 5 mil pesos por día, de esos 5 mil pesos me quedaba la mitad de ganancia, yo desde joven era cervecero, pero un día probé la cocaína y fue en ese momento en que desgracié mi vida”, declaró en entrevista el señor Román.
Román, aseguró que desde hace más de 20 años no consume alcohol ni drogas, sin embargo especificó que para él no fue nada fácil dejar de consumir este tipo de sustancias, pues dijo que una vez que probó la cocaína entró a un infierno de dolor y sufrimiento: “mi recuperación no fue fácil, yo batallé mucho para dejar las drogas, como te decía al principio de la entrevista, yo gané mucho dinero, pero de nada me servía porque gran parte de las ganancias las gastaba en droga, casi no dormía, solo me dedicaba a trabajar, trabajaba de día y de noche, pero siempre acompañado de doña Blanca, era tanto mi vicio y mi autodestrucción que un día mi madre y mi esposa se pusieron de acuerdo y decidieron encerrarme en un Centro Contra las Adicciones que se ubica por el bulevar Tepic Xalisco, ahí estuve internado solo 15 días, porque un día y ante la desesperación de la falta de droga, en repetidas ocasiones estrellé mi brazo contra la pared y terminé por fracturármelo, los psicólogos de la clínica y los doctores del lugar me llevaron al Hospital General para mi atención, pero en un descuido de ahí me les escapé para volver a consumir el maldito polvo, recuerdo que tenía buenos contactos y los vendedores me fiaban la droga, busqué a una amiga de parranda y juntos conseguimos varios gramos del polvo, ya con la droga en mis manos, mi amiga y yo nos hospedamos en un hotel de paso que se ubica por la calle Morelia casi esquina con Lerdo, pero en cuanto nos terminamos la droga, mi amiga me abandonó, al día siguiente los encargados del hotel me sacaron de la habitación y empecé a vagar por las calles de la ciudad con mi brazo aún fracturado, ya habían pasado tres días y el dolor era insoportable, a pesar de eso logré comprar una botella de licor del más barato y no sé por cuánto tiempo más seguí bebiendo, entre sueños recuerdo que dos sujetos me hablaban por mi nombre mientras me subían a una ambulancia, cuando desperté de nueva cuenta ya estaba en el hospital, pero ahora me encontraba esposado a mi cama”.
Román detalló que una vez que lo operaron de brazo, lo volvieron a canalizar al centro Contra las Adicciones y ahí permaneció internado por tres meses: “cuando me dieron de alta, me recomendaron que no dejara de acudir a un grupo de autoayuda ya sea de Narcóticos Anónimos o Alcohólicos Anónimos, han pasado más de 20 años y aquí seguimos en estos grupos de autoayuda, no ha sido fácil mi recuperación, perdí todo a causa de mis adicciones, perdí mi casa, perdí mi negocio, mi esposa me abandonó, se fue junto con mis hijos a vivir a la ciudad de Tijuana, pero antes de irse vendió la casa, aprovecho que yo estaba internado para vender lo que juntos construimos, no le guardo rencor, pero si me dejó en la calle la mujer que amaba, la entiendo, no la justifico, la entiendo, pero he descubierto que hoy en día y solo por hoy el ser humano más importante en esta vida soy yo y solo por hoy no consumiré alcohol, solo por hoy no consumiré drogas, solo hoy seré feliz, solo por hoy viviré en paz conmigo mismo y con mi poder superior, Dios, mis hijos algún día vendrán a buscarme y aquí estaré para abrazarlos y besarlos como cuando eran niños”, concluyó nuestro entrevistado.