Por Arturo Guerrero

La Universidad Autónoma de Nayarit comienza a ver la luz al final del túnel en su precaria situación financiera, dice el rector Jorge Ignacio Peña González en entrevista exclusiva con Meridiano, horas después de que el gobernador Miguel Ángel Navarro anunció que sus gestiones en favor de la UAN, ante el Infonavit y el IMSS, se han cristalizado, y ambas deudas se reducirán significativamente.

Ha sido una auténtica bocanada de aire fresco para la universidad, ahogada por sus pasivos a terceros, y por su fondo de pensiones que se encuentra en la quiebra.

En su habitual conferencia ante medios de comunicación, el mandatario detalló cómo quedarían ambas deudas, luego de acuerdos a los que llegó con los directores nacionales de ambas instituciones del gobierno federal: la deuda de la UAN con el Infonavit, con corte al mes de marzo de 2022, es de 725 millones de pesos, de este monto, se descontaron ya 379 millones de pesos, para  quedar en 346 millones, que se pagarán de la siguiente manera; con un terreno en Bahía de Banderas que tiene un valor de 130 millones de pesos, y de los 216 millones que restan, la UAN recibirá un préstamo sin intereses del gobierno estatal por 50 millones para que el monto a pagar en parcialidades hasta septiembre de 2024 sea de tan sólo 166 millones de pesos.

De igual forma, el gobernador Navarro Quintero se refirió a la deuda que la UAN mantiene con el IMSS; le puso un número: mil 804 millones de pesos. Esa cantidad   tiene que ver con cuotas obrero-patronales por el orden de los 794 millones de pesos; por concepto de Retiro en Cesantía y Vejez (RCV), lo que se debe alcanza los 609 millones de pesos, y 401 millones de pesos son por concepto de multas. Este último concepto se redujo a 40 millones de pesos, luego de que el Consejo Nacional del IMSS aprobó extraordinariamente a la UAN una reducción del 90 por ciento en el rubro de multas.

La entrevista con el rector Jorge Ignacio Peña es telefónica, apenas regresa a su casa después de una jornada laboral que ha iniciado temprano, en el primer día de clases, luego del receso de Semana Santa y Pascua: “tomaste decisiones políticamente incorrectas, impostergables y quizás no bien vistas, has dicho que no te vas satisfecho, pero ¿consideras que fueron buenas decisiones?” La respuesta es puntual:

 “Partiendo desde el punto de vista del bolsillo, a lo mejor la comunidad piensa que no son buenas decisiones de mi parte, porque sí tenemos una repercusión en ese sentido, pero alguien las tenía que tomar, yo podía cerrar los ojos y aferrarme a no tomarlas pero si estamos metidos en un problema financiero, si no hubiéramos tomado estas decisiones estaríamos metidos en un problemón”.

Y añade en torno a sus decisiones: “Al final logramos pagar las prestaciones y salarios adeudados, no hay adeudos con los trabajadores, esto pasa por estas decisiones que no agradaron al inicio, nos faltó un poco o un mucho a nosotros, como administración, comunicar mejor la problemática y el porqué de los movimientos, al final, la gente fue más consciente que había cosas que ya no podíamos soportar financieramente, y la gente aceptó la modificación o eliminación de esas cláusulas de manera más consciente de que la universidad ya no podía pagar”.

“¿Desde hace cuánto la universidad comenzó a tener problemas financieros?”

“Me tocó hacer pagos de deuda por lo menos desde 2014 al Infonavit, al IMSS y al SAT, tiene por lo menos dos administraciones… Sé que a partir de 2012 tiene que ver con el desbalance financiero del fondo de pensiones, donde se empiezan a incumplir las obligaciones porque el recurso que se nos asigna es insuficiente para el pago total de nómina y los compromisos institucionales de la universidad…Entonces, te estoy hablando de 10 años, sin temor a equivocarme, cuando empezó a hacerse esta bolita de nieve que nos tiene en un problemón metidos, pero que afortunadamente se le encuentra la ruta de la solución”.

“Cuando escuchamos desde fuera que la UAN tiene problemas de deuda, pensamos que es porque hay mucha corrupción en la universidad, ¿es ésto correcto?”

“Normalmente se percibe que la falta de pagos tiene que ver con malos manejos, yo te puedo hablar por mi administración, y te puedo asegurar sin ningún problema y ante quien sea necesario, que no es una cuestión de que nosotros hayamos hecho mal uso del recurso que recibimos… Tiene que ver con una lógica financiera, donde el exceso de personal que tenemos provocó que el recurso asignado sea insuficiente para el pago de nómina, entonces ¿qué hacíamos nosotros? Privilegiar el pago de nómina y dejar de pagar las obligaciones con estas tres instituciones, entonces eso fue generando una deuda muy grande, provocado por las multas y accesorios, más de mil millones de pesos por todos los conceptos, lo que se dejó de pagar son poco más de mil millones, eso tiene que ver con ese 20 o 25 por ciento de más que tenemos en la nómina que no está financiado por los subsidios estatal y federal, que no se deje de lado que tenemos que encontrar un fondo especial para hacer un programa de revisión de nuestra nómina, y dejar al personal que necesitamos. Se han hecho ajustes como algunas prestaciones que se quitaron, la herencia de las plazas, pero ha sido insuficiente”.

“¿Cómo te gustaría ser recordado?”

“Más que cómo ser recordado, lo que me gustaría es seguir caminando los pasillos de la institución y no tener el reclamo de la comunidad universitaria; caminar y poder saludar a todo mundo, donde haya una conciencia de que si bien hubo decisiones que pudieron no ser bien aceptadas al inicio, se tenían que tomar. Yo espero que a partir del 9 de junio en que deje de ser rector, el día 10 me incorpore a mis actividades y poder recorrer los pasillos de la universidad sin problemas”.

“¿Crees que la nueva rectora seguirá por este camino de decisiones bien pensadas que le permitan a la UAN caminar hacia adelante y no dar pasos atrás?”

“Sí, ella tiene mucho conocimiento de cómo está la situación de la universidad; le estamos dando toda la información que nos está pidiendo para tener un buen análisis y hacer un buen diagnóstico, y poder elaborar las políticas que considere pertinentes, pero además contará con el apoyo del gobierno del estado para salir adelante, no será mañana ni pasado, todavía va a pasar tiempo para estabilizar las finanzas de la institución, pero lo que me deja satisfecho es que estamos en esa vía. Yo espero que en los próximos años se revierta esta situación financiera y nos podamos dedicar más a la academia que a estar pensando en la problemática financiera y cómo nos van a afectar”.

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