La ocasión hace al ladrón”, esto según el testimonio de Pancho, hombre de 32 años de edad y quien en el año 2015 después de acudir a un bar que se localizaba en las inmediaciones del reconocido panteón municipal que se ubica a la salida hacia el poblado de Bellavista, decidió robarse una vieja camioneta que se encontraba con las puertas abiertas y con las llaves pegadas mientras su propietario consumía bebidas embriagantes en el mismo bar donde se encontraba.
Según Pancho, él acudía con frecuencia a ese bar porque había una mesera que le gustaba mucho: “ese día era un sábado, recuerdo que llegué al bar con la pura morralla, acababa de cobrar mi raya, soy albañil y traía más de 2 mil pesos en efectivo, era mucho dinero, según yo, pero al entrar al bar el amor de mi vida ya estaba en una mesa con otro hombre, la esperé como media hora para que me atendiera, pero ella ni siquiera volteó a verme, después de tomarme un cartón de cerveza fue cuando decidí retirarme del lugar porque me encontraba bastante molesto porque mi amor platónico me había ignorado”.
De acuerdo al testimonio de Pancho, al salir del bar fue cuando la suerte le cambió: “cuando salí del bar y esperaba que pasara un taxi para retirarme a mi casa, alcancé a ver que en el interior de una vieja camioneta que se encontraba con las ventanillas abajo, había una cajetilla de cigarros, entonces metí la mano y tome la caja de tabaco, pero después busqué los cerillos y también los encontré, para eso y sin darme cuenta ya estaba arriba de la camioneta y fue cuando me di cuenta que las lleves estaban pegadas, entonces la encendí, prendió y me fui a recorrer la ciudad”.
Pancho, aseguró que cuando ya circulaba en la camioneta decidió llegar a un depósito de cerveza y compró 12 botes: “y anduve tomando cerveza por la toda la ciudad en la camioneta robada, recuerdo que cuando me la robé eran como las 10 de la noche, ya como a las 4 de la mañana decidí retirarme para la casa, al llegar al cantón me dormí, cuando me desperté ya eran como las 3 de la tarde del domingo, entonces saqué a mis dos hijos a pasear en la camioneta robada, mi vieja no se quiso subir a la troca, pero cuando andamos en el barrio, yo soy de la 2 de Agosto, cuando nos andamos paseando mis hijos y yo, nos paró una patrulla de la Policía Judicial a mis hijos los soltaron y a mí me llevaron preso”.
Pancho, aseguró que fue después de estar más de 5 años en el penal de Tepic, cuando logró recuperar su libertad: “desde que salí del penal no he delinquido, me dedico a trabajar, estando en el penal de Tepic ingresé a un grupo de AA y entendí que fue el alcohol y las circunstancias las que cambiaron mi destino y digo mi destino porque desde aquel domingo en que me agarró la judicial para mí ya nada fue igual, y muchas veces me pregunté; por qué me robe la camioneta, si yo no soy ratero y es cuando a mi forma de ver las cosas entiendo que la ocasión hace al ladrón, porque si la camioneta hubiera estado cerrada no me la hubiera robado, pero así las cosas compa, es todo lo que te puedo platicar, por eso digo que la ocasión hace al ladrón”.
