Los perros son las mascotas favoritas de los nayaritas, así lo reveló la última Encuesta Nacional de Bienestar Autorreportado (ENBIARE) que realizó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en el último año, en la cual también destaca que 67 de cada 100 hogares en Nayarit cuentan con alguna mascota.
De acuerdo con la información presentada por el INEGI, en Nayarit, 584 mil 267 personas alfabetas mayores de 18 años son dueños de una o más de las 802 mil 032 mascotas registradas en la entidad.
Del total de animales domésticos, 384 mil 297 son canes, es decir un 48% del total de esta población en la entidad. Cifra que se muestra muy alejada de su principal competidor en cuestiones de amor y protección humana que son los gatos, que presentan un registro de 179 mil 910 especímenes en el Estado.
Sin embargo, hay nayaritas que prefieren las aves, peces, roedores, insectos y reptiles como mascotas, estos se contabilizan en 237 mil 825, clasificados con la palabra otra al elegir su tipo de mascota.
Sea un perro, un gato, un pez japonés o hasta una tarántula, más de la mitad de los nayaritas encuentran amor y felicidad, conviviendo y protegiendo a alguna especie del inconmensurable reino animal. No obstante, todavía hay quienes no entienden el valor de la vida de estos seres.
Según el último Censo Nacional de Gobiernos Municipales y Demarcaciones Territoriales de la Ciudad de México realizado en 2021, en Nayarit, veinte personas fueron presentadas ante los juzgados cívicos por abandonar a un animal en la vía pública.
Asimismo, 29 ciudadanos fueron sancionados por maltrato animal y ocho más enfrentaron un juicio cívico por organizar peleas de animales. Diez personas más fueron acusadas de poseer animales sin adoptar medidas de higiene adecuadas y 10 más fueron sancionadas por otras faltas cívicas que afectan la seguridad y el trato digno de los animales.
Números que no son ignorados por las múltiples asociaciones civiles que a diario trabajan por garantizar el bienestar de los animales en la entidad, así como por las autoridades municipales y los propios legisladores que han reformado y generado reglamentos para castigar a quienes atenten con la vida de la fauna nayarita.
