Volantín | La DEA y The Washington Post exhiben a AMLO como mentiroso

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Por Salvador Cosío Gaona

Para el Gobierno de México no será fácil ni evadir ni retrasar por mucho tiempo el compromiso con la Casa Blanca de entregar al recién aprehendido Rafael Caro Quintero. 

Merrick Garland, fiscal general de Estados Unidos, llamó el pasado viernes por teléfono al secretario de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard, para conversar sobre la extradición del mencionado narcotraficante, quien hasta hace una semana era el fugitivo más buscado por la Agencia Antidrogas Estadounidense (DEA).

El Departamento de Justicia de EE.UU. informó que Garland llamó por teléfono a Ebrard para agradecer al Gobierno de México la detención de Caro Quintero, acusado en EEUU de varios cargos penales, entre ellos el secuestro y asesinato del agente de la DEA Enrique “Kike” Camarena en 1985.

Los funcionarios de ambos países hablaron sobre las condiciones necesarias para llevar a cabo de forma rápida la extradición del narcotraficante, quien ya solicitó un amparo ante la justicia mexicana para no ser entregado a las autoridades norteamericanas.

En tanto la jueza del Estado de México, Abigail Ocampo Álvarez, admitió a trámite la demanda de amparo interpuesta de Rafael Caro Quintero, el Narco de narcos, para determinar si otorga la protección de la justicia ante el proceso de extradición que enfrenta el capo requerido por autoridades de Estados Unidos.

Ocampo Álvarez aceptó llevar el caso desde el Juzgado Primero de Distrito en Materia de Amparo y Juicios Federales con residencia en Toluca, luego de que le fue remitido por el Juzgado Séptimo de Distrito de Amparo en Materia Penal de Jalisco.

El lunes 18 de julio, el juez federal radicado en Puente Grande, Jalisco, otorgó la suspensión de plano al fundador de Cártel de Guadalajara para evitar que sea entregado de forma inmediata a EEUU y un par de días después, el mismo juzgador se declaró incompetente para seguir conociendo del caso, argumentando que Caro Quintero se encontraba recluido en el penal del Altiplano, Estado de México.

Al recibir el caso, Ocampo Álvarez ratificó la determinación concedida desde Jalisco, cuyo recurso fue promovido por la hermana del capo, Beatriz Angélica Caro Quintero, el 16 de julio pasado. Apenas un día después de su arresto.  

Por otra parte, se menciona que el ex líder criminal también ha recibido otra suspensión – por parte del Juez XIII de distrito de la Ciudad de México, Guillermo Francisco Urbina Tano – para evitar que pueda ser incomunicado o sometido a desaparición forzada.

El mismo lunes 18 de julio, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador advirtió que la defensa del líder criminal desplegó una serie de recursos legales para evitar que el gobierno mexicano lo entregue a su vecino del norte. Ante esta situación adelantó que vigilarán que no se presenten actos de corrupción entre jueces federales que puedan beneficiar al capo.

El gobierno de EEUU ha ejercido una fuerte y constante presión hacia México por la captura y extradición a ese país, según ha reconocido el propio López Obrador, pues el asesinato perpetrado en 1985 en contra del agente de la DEA, Enrique “Kiki” Camarena, fue considerado una agresión directa al Estado norteamericano por lo que Caro Quintero debe responder ante la justicia de ese país.

Por otro lado, hay que destacar lo señalado por el periódico The Washington Post (TWP) , que reveló el sábado 23 de julio que un grupo secreto de la Agencia Antidrogas Estadounidense (DEA) persiguió durante varios años al narcotraficante mexicano por la Sierra Madre Occidental, e incluso, los agentes llegaron a conocer todos los caminos de terracería por los que se desplazaba el capo, quien constantemente salía a visitar a sus novias.

De acuerdo con las fuentes de este medio, entre 2013 y 2022, Estados Unidos y México realizaron 12 operativos fallidos para atrapar a Caro Quintero. Muchas de esas operaciones no fueron reportadas de manera pública.

De acuerdo con TWP, para los agentes de la Dea resulta absurdo que el gobierno mexicano se adjudique como una victoria particular la captura de Caro, cuando esa agencia proporcionó durante nueve años información actualizada al Ejército y la Marina de México, solo que estas instituciones estuvieron limitadas por los intereses políticos.

Tras concretar la captura el 15 de julio de 2022,Timothy Shea, quien condujo de manera interina a la DEA de 2020 a 2021, declaró: “Esto debería haber sucedido hace años para evitar que Caro Quintero continuara con su tráfico de drogas hacia los Estados Unidos”, y explicó que “el gobierno de México actúa solo cuando es de su interés político actuar”.

López Obrador aseguró que la DEA no tuvo ninguna participación en el operativo que culminó con la detención de Caro Quintero, y se limitó a decir que en el pasado existió algún tipo de coordinación.

En México se extendió la idea que luego de salir de prisión en 2013, Caro Quintero se esfumó como un fantasma, sin embargo, durante esos años la DEA pudo seguir su pista y sus socios mexicanos estaban al tanto de esa persecución por las espesas montañas del norte.

Fue una operación delicada para la DEA pues los hombres de El Príncipe “controlaban todo. Tenían informantes en todos los poblados y guardias en las montañas para vigilar a los drones. “Son muy cuidadosos”, expresó un antiguo funcionario al Washington Post.

Una y otra vez se planearon incursiones aéreas para sacarlo de su escondite, pero las autoridades mexicanas parecían no cooperar demasiado.

En cada intento frustrado, EEUU se quedó con la impresión que desde el gobierno mexicano se filtraba la información para alertar al capo, una señal que este contaba con protección de alto nivel.

De acuerdo con el artículo publicado el sábado por el prestigiado medio, el equipo de inteligencia proporcionaba constantemente información sobre la ubicación del “Narco de narcos” a las fuerzas de seguridad locales, sin embargo, el gobierno mexicano no mostraba voluntad política para capturarlo.

The Washington Post expuso que en enero de 2021, los dos países comenzaron a planificar una operación para capturar a Caro Quintero, se trataba del décimo intento.

Los norteamericanos creían que con la aprobación del presidente Andrés Manuel López Obrador, las posibilidades de éxito eran altas. La inteligencia provino principalmente de la agencias de ese país, sin embargo, ocurrió lo mismo que en el pasado y una nueva filtración del lado mexicano puso en alerta al ex fundador del Cartel de Guadalajara.

Un equipo especial de la Marina abordó varios helicópteros hacia el “Triángulo Dorado”, en la parte que corresponde a Sinaloa. Pero cuando los Blackhawks aterrizaron en el pueblo de Babunica, el lugar de nacimiento de Caro Quintero, el fugitivo simplemente ya no estaba.

Desde hace mucho tiempo, las autoridades estadounidenses lograron identificaron dónde vivía Caro Quintero en la zona rural de Sinaloa, a solo unas pocos kilómetros de una base militar, la cual estaba asentada en un pueblo que también estaba bajo el poder del narco. 

Caro Quintero se movía en motocicleta y cuatrimoto, siempre custodiado por equipos de seguridad que rotaban cada semana. 

Queda claro pues la participación de la DEA en la detención del narcotraficante más buscado, y vergonzosamente también es exhibido una vez más como mentiroso el presidente López Obrador. 

 Opinion.salcosga@hotmail.com

@salvadorcosio1 

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