Cada día de la semana trabaja entre doce y trece horas, su rutina laboral transcurre en la calle; a veces bajo el rayo del sol, la lluvia, con calor o frío, hay que sacar lo necesario para sobrevivir.
Junior Alberto Rubio Ramírez, de 38 años de edad, desde su nacimiento padece una discapacidad física que le impide caminar de manera normal, por ello se dedica a realizar malabares en diferentes esquinas de la ciudad de Tepic y dice ganar más de 600 pesos diarios.
Explica que con este recurso logra mantener a su pareja sentimental, una joven mujer con quien desde hace más de dos años vive en unión libre.
Rubio Ramírez nos cuenta que, su compañera de vida padece diversas enfermedades que le provocan dolor de estómago, dolor de cabeza y de oído: “Y con ese dinero también le compro su medicamento”.
Para lograr ganar unas monedas, todos los días sale a trabajar desde las seis de la mañana y regresa a su hogar hasta casi al oscurecer: “Llego a la casa a las siete u ocho de la noche todos los días, a veces me enfado porque todo los días es lo mismo, pero todos los días hay que comer”, dice resignado.
Refirió que cuando él y su pareja decidieron unir sus vidas, la mamá de la mujer con la que ahora vive, les regaló la sala, un comedor y una televisión.
Dice vivir feliz al lado de la mujer que ama y antes de concluir la charla pidió a los hombres que cuando consuman alcohol por ningún motivo causa o razón golpeen o agredan a las mujeres: “cuando tomen no golpeen a la mujer con la que viven porque la mujer se debe de respetar ahora y siempre, la mujer es el ser humano más bello en la faz de la tierra”.