Por José Luis Olimón Nolasco
No es frecuente ―al menos para mí― escribir en un estado emocional intenso…
Sin embargo, esta tarde de domingo, lo hago, disfrutando [y sufriendo] la final del US Open entre Casper Ruud y Carlos Alcaraz en el Estadio Arthur Ashe de la ciudad de Nueva York, en el primer juego del cuarto set, con el español con dos sets a su favor y el noruego, con uno.
Dejando para “más adelante” mi recepción del resultado final o, al menos este último, digo que esta semana deportiva, volvió a ofrecer una amplia diversidad de eventos que merecerían el intento de convertirlos en “palabra”, algo que, obviamente, no es posible en un espacio como este.
Hace apenas unas horas, pude disfrutar ―ahí sí, solo disfrutar― de la final del Mundial de voleibol que se realizó en Polonia y Eslovenia, en el que el equipo anfitrión ―que había resultado campeón en los dos mundiales previos― se enfrentó a la sexteta italiana que se coronó campeona por primera vez en este siglo y en este milenio, ya que no lo hacía desde el mundial celebrado en Japón en 1998. El nivel mostrado —no solo por estos equipos— ha sido muy alto, pero, al final de cuentas, la superioridad de los “azzurri” fue tanta que el público polaco se fue silenciando poco a poco, para terminar reconociendo que su apoyo no había sido suficiente…
Y sí, finalmente, Carlos Alcaraz ―esa “estrella naciente” acerca de la cual escribía hace algunos meses, juntamente con la tenista polaca Iga Swiatek― ha ganado el US Open 2022 en la rama varonil [Iga lo hizo en la rama femenil] y con los puntos obtenidos, se ha convertido en el número 1 en la clasificación de la Asociación de Tenistas Profesionales [ATP] y en el tenista más joven de todos los tiempos en alcanzar ese lugar. Casper Ruud, por su parte, con los puntos obtenidos al haber llegado a la final en el último Gran Slam del año, ha subido al segundo lugar en esa clasificación, evidenciando que, después de muchos años de hegemonía de Djokovic, Federer y Nadal [entre los tres han ganado 63 veces los abiertos de Australia, Roland Garros, Wimbledon y Estados Unidos], el tenis varonil ha entrado en una nueva era, en que no solo han nacido nuevas estrellas que iluminarán el firmamento del tenis los años siguientes, sino que su brillo tiene ya una novedosa intensidad, complementada por la constelación femenil encabezada por Iga Swiatek, a la que se ha sumado la tunecina Ons Jabeur, quien se ha apropiado, por lo pronto, del 5° lugar en la clasificación de la WTA. Ellas y otras más, están ocupando ya los lugares que han dejado las dos estrellas que han puesto fin a sus carreras este 2022: Ashleigh Barty, quien, después de haber ganado el Australian Open, a sus 25 años, anunciara, sorpresivamente, su retiro y, por supuesto, Serena Williams, para quien, precisamente el US Open que acaba de cumplir será el último torneo de esa larga y brillante carrera en la que ganó 23 veces algunos de los cuatro grandes torneos del año entre 2002 y 2017, quedando solamente uno por debajo de Margaret Court y uno por encima de Steffi Graf, habiendo ganado un total de 73 torneos de la WTA. Muy probablemente, será para ella una experiencia inolvidable el haber visto el estadio Arthur Ashe completamente lleno cada una de esas tres noches que podían convertirse en la última de su carrera. Una noche que, finalmente llegó, al caer ante la australiana Ajla Tomljanovic en tres sets…
Más no solo en el tenis se pueden observar constelaciones emergentes. En el automovilismo de la Fórmula 1, estamos pudiendo atestiguar la irrupción de una nueva generación de estrellas, encabezadas, sin duda, por el piloto holandés Max Verstappen, quien este domingo volvió a demostrar que es, ahora y aquí, el mejor piloto y que cuenta con el mejor auto, los mejores mecánicos, la mejor estratega y el mejor compañero. Junto con él, mientras se va apagando la luz de grandes pilotos de la generación anterior —Fernando Alonso, Sebastian Vettel y hasta Lewis Hamilton—, vemos subir al podio a otros jóvenes pilotos [todos menores de 25 años] como Charles Leclerc, George Russell y Carlos Sáinz, sin que se pueda dejar de mencionar a otros que, como Lando Norris, hacen grandes cosas con autos que están lejos de los autos de Red Bull, Ferrari y Mercedes…
Bajando de las constelaciones, unas “palabras” para dar seguimiento al deporte “de la patada no norteamericana”. En Inglaterra [y Escocia], la suspensión de la jornada como signo de duelo por la muerte de la Reina Isabel II; en España, el triunfo de los tres grandes protagonistas de La Liga: el Real Madrid, el Barcelona y el Atlético de Madrid; en Alemania, de llamar la atención, el mal inicio del Bayern, que parece extrañar más de lo previsto al goleador que pidió su salida y que, por lo pronto, lleva ya seis goles en cinco partidos; en Francia, el tridente [Messi, Neymar y Mbappé] que se prepara para llevar a sus respectivas selecciones [Argentina, Brasil y Francia] a obtener la Copa del Mundo en Catar, suma ya 18 goles [3, 8 y 7 respectivamente], mientras Messi encabeza en asistencias con 7.
En la MX, lo más destacable: las 9 victorias consecutivas obtenidas por el América, la buena racha del Guadalajara. Lo inédito: dos goles conseguidos por porteros en los minutos finales: Carlos Acevedo, del Santos Laguna y Julio González de los Pumas de la UNAM, contra los Diablos del Toluca.
Unas “palabras” finales acerca del “Rey de los deportes” que ha llegado, en la Liga Mexicana a la denominada “Serie del Rey” que disputan los Sultanes de Monterrey y los Leones de Yucatán [estos que derrotaron en siete juegos a los Diablos del México que tuvieron en sus manos el pase y lo dejaron escapar] y, en las Grandes Ligas, Albert Pujols llegó a 697 cuadrangulares en su carrera en Grandes Ligas, superando los 696 de Alex Rodríguez y subiendo al 4° puesto entre los jonroneros de todos los tiempos, mientras Aaron Judge, en su carrera por alcanzar el número de cuadrangulares en una temporada de sus antecesores Babe Ruth [60] y Roger Maris [61], llegó esta semana a 55.