Después de ser víctima de un “trabajo de magia negra” y de arrastrarse en el piso por los dolores de espalda que padecía, justo 15 días después de que su marido la abandonara para irse con otra dama, la señora Maribel Rentería decidió hacer un pacto con la Santa Muerte y le prometió que si la curaba se tatuaría en su espalda su imagen.
Explicó que a pesar de que recibía atención médica los dolores de espalda, de pies y de rodillas no desaparecían: “Yo me arrastraba, me arrastraba como una culebra, me orinaba en las pantaletas, no podía moverme, de hecho llevaron a un señor para que me curara y el señor duró como una semana enfermo. Yo de los dolores que sentía lloraba, no dormía, no podía hacer nada, cuando menos pensaba yo ya estaba orinada, mis pies no tenían fuerza, no me podía levantar de la cama, puro llorar era mi vida”.
Ante esta situación la señora Maribel Rentería manifestó que un vecino al verla sufrir la tomó entre sus brazos y la llevó con un curandero aquí en la ciudad de Tepic: “Cuando llegamos con el curandero, él al verme me dijo que me tenían trabajada con la Santa Muerte Negra pero yo no me asusté, no me asusté porque yo decía que a mí la Santa Muerte ya me llamaba la atención y entonces dije: veneno mata veneno y si ellos te tomaron para algo malo yo te voy a tomar para algo bueno, tú bendice a mis hijos, bendice mi casa, cuídame las espaldas porque de frente no me van a llegar y si tú me levantas de ésta, prometo que te voy a tatuar en mi espalda”.
Una semana después de la petición la señora Rentería aseguró que empezó a recuperar su salud: “Yo le decía a la Santa Muerte ayúdame, ayúdame y en cuando yo consiga un trabajo yo te voy a tatuar en mi espalda y así pasaron los días poco a poco mis dolores desaparecieron y un día fui de visita a la penal de Tepic porque ahí tuve un novio y un 14 de febrero mi novio me dijo; morra te quieres tatuar y le dije que no tenía dinero y él me dijo yo te pago el tatuaje de la Santa Muerte y me la hicieron a capella en un solo color, es roja, quedó bonita, pero al pasar de los días quien me hizo el tatuaje salió de la penal, me lo topé en la calle y él fue quien me la volvió a remarcar pero ya con las iniciales de mis hijos”.
La señora Maribel Rentería comentó que al pasar los meses se logró recuperar al cien por ciento del trabajo de hechicería: “Después encontré trabajo y le puse su altar en mí casa a la Santa Muerte, ahí tengo su altar, estoy muy agradecida con ella, siempre tiene sus flores y sus veladoras no le faltan, diario al levantarme le doy gracias por un día más de vida y lo único que le pido es salud y trabajo, envío muchas bendiciones y yo estoy muy agradecida con la Santa Muerte”.
En este mismo contexto, la señora Rentería aseveró que la Santa Muerte es un ángel: “Un ángel que Dios mandó, pero como le causaba dolor llevarse a los niños, ella, la Santa Muerte le pidió a Dios no tener ojos, no tener corazón, no tener boca para que al momento de llevarnos ella no sintiera remordimientos, porque la Santa Muerte a la primera persona que se llevó de este mundo fue un hombre adulto, pero cuando le tocó venir por un niño, la Santa Muerte sintió dolor por eso le pidió a Dios no tener ojos, no tener voz y no tener corazón para no sufrir al momento de llevarse a la gente buena y muchos de ellos son niños”.