Por José Luis Olimón Nolasco
En diversos contextos, el “alfa” y la “omega” —la primera y última letras del alfabeto griego— han llegado a representar los inicios y los finales, la fuente y el culmen de esto y de aquello…
Pues bien, la experiencia deportiva de la semana pasada, particularmente la del domingo 20, bien puede ser leída desde esa perspectiva de inicios y finales, de fuentes y el cúlmenes.
Así lo fue en la Fórmula 1 del automovilismo, la cual llegó al final de su temporada 2022 con el Gran Premio de Abu Dabi y cuyo culmen había sido alcanzado semanas atrás con la obtención del Campeonato Mundial de Pilotos 2022 por parte de Max Verstappen y con obtención del Campeonato Mundial de Constructores por parte de la escudería Red Bull. Sin embargo, quedaba aún por dirimir quién conseguiría el segundo lugar y quién el tercero del campeonato de pilotos: Charles Leclerc o Sergio Pérez, quienes llegaron empatados con 290 puntos al último gran premio del año.
El hecho que los pilotos de Red Bull consiguieran hacer el 1-2 para el inicio de la carrera en el circuito de Yas Marina alimentó la esperanza de que Checo pudiera alcanzar el segundo lugar del mundial de pilotos 2022. Sin embargo, a medida que fue avanzando la carrera, esa posibilidad se fue alejando ya que, mientras el piloto monegasco, siguiendo una de las pocas estrategias exitosas del año de la escudería del “cavallino rampante”, fue capaz de dar las 58 vueltas con un solo cambio de neumáticos, el piloto mexicano tuvo que hacer dos y, aunque hizo hasta lo imposible para alcanzar a Leclerc, no pudo hacerlo, quedando apenas a poco más de un segundo por detrás del Ferrari con el número 16 de Leclerc.
Finalmente, Max Verstappen sumó 454 puntos y 15 triunfos de 23 posibles, con lo que se proclamó campeón indiscutible; Charles Leclerc, resultó subcampeón, con 308 puntos y 3 triunfos y Checo Pérez, tercero, con 305 puntos y 2 triunfos. Hay que reconocer que, incluso si Verstappen le hubiera cedido el punto de la carrera sprint y el punto de la carrera oficial en Brasil, el piloto tapatío no habría alcanzado el segundo lugar: se habría quedado cerca, muy cerca…
Ahí mismo, una omega más, un final, un culmen: el de Sebastian Vettel, quien corrió su último gran premio y se retira después de 16 temporadas en Fórmula 1, con 299 carreras, 53 triunfos, 57 “poles”, 122 podios, 3,098 puntos y 4 campeonatos mundiales de pilotos, todos con Red Bull ya que con Ferrari nunca pudo obtener alguno y con Aston Martin, no logró ganar ni siquiera un gran premio…
Muy cerca de ahí, otra alfa: el inicio del Campeonato Mundial de Futbol Catar 2022, un campeonato “sui generis”, que en los días previos a su inauguración fue nuevamente cuestionado por los actos de corrupción en su elección como sede —un cuestionamiento que cobra una relevancia mucho mayor por el hecho de que los Estados Unidos de América eran el otro país que la buscaba—; por el mal trato e incluso muerte de trabajadores inmigrantes durante la construcción de la infraestructura necesaria para el desarrollo del evento; por la violación de los derechos de las mujeres y de la comunidad LGBT+ y por la prohibición de venta de bebidas alcohólicas en los estadios, entre otras cosas…
En ese contexto, mientras el Checo y Leclerc disputaban el segundo lugar, en el estadio Al Bayt, se desarrollaba la ceremonia de inauguración, en la que se recordaron canciones que se cantaron en la inauguración de otros mundiales y las mascotas correspondientes; el actor norteamericano Morgan Freeman acompañado y Ghanim Al Muftah, filántropo , emprendedor e “influencer” hablaban del futbol como fuente de unión y el emir de Catar y el jeque Tamim bin Hamad al-Thani pronunciaba, en árabe, el discurso inaugural del Mundial 2022, poniendo énfasis también en la diversidad de nacionalidades y creencias unidas por el deporte, en un escenario que, para algunos, contradecía el contenido del discurso ya que al pronunciarse, en la imagen televisiva se veían casi exclusivamente varones a su alrededor.
En el terreno de juego, en el partido inaugural, la selección de Ecuador venció 2-0 a la selección de Catar, en un partido de bajo nivel en el que los sudamericanos, una vez que tuvieron la ventaja de dos goles, bajaron el ritmo sin que los cataríes pusieran en peligro su meta… Las emociones y los buenos partidos están aún por venir…
Por lo pronto, el martes 22, debuta “el Tri” contra la selección de Polonia, sin que haya muchas esperanzas en que tenga un buen mundial, aunque se espera que, al menos, consiga lo que ha conseguido desde 1994: pasar a la segunda ronda, lo que esta ocasión ya sería más que suficiente y superaría las expectativas de muchos ya que apenas unos pocos aficionados confían en que se pueda llegar más allá. Otros —como yo, por lo pronto hemos elegido ya alguna selección para apoyarla y alguna —la misma u otra— como la que ha de alzar la copa el 19 de diciembre. Por mi parte, he decidido apoyar a la selección argentina y espero que gane el mundial, para que Messi ponga broche de oro a su magnífica carrera, independientemente de los años que le queden por delante como jugador activo, aunque Brasil inicia el torneo como el principal favorito y lo hace con razón…
Finalmente, en Turín, llegaron a su omega las finales varoniles de la Asociación de Tenistas Profesionales con el triunfo contundente de Novak Djokovic sobre Casper Ruud, mostrando con ello que, a pesar de los torneos en que no pudo participar por no haberse vacunado y a pesar que su triunfo en Wimbledon no le sumó puntos, sigue siendo, probablemente, el mejor tenista del mundo, además de ser el único de los tres grandes que seguirá dando la batalla a la nueva camada de tenistas que se van consolidando y que hacen prever que los años venideros, muy probablemente, veremos una mayor competencia en los torneos de la ATP y en los grandes torneos de Australia, Francia, Inglaterra y los Estados Unidos. Por lo pronto, al concluir el año, Carlos Alcaraz —quien no pudo participar en este torneo por una lesión— ocupa, con solo 19 años, el primer lugar en la clasificación, pero no será fácil que lo mantenga el año próximo.