En el marco de la celebración del Día Mundial de la Filosofía —el cual este año la UNESCO dedicó a pensar “el humano del futuro”—, desde su juventud, número reducido de integrantes, plurales y profundos, el Programa Académico de Filosofía de la UAN organizó, como en años anteriores, un coloquio conmemorativo que este año se denominó “La problematización filosófica y sus metodologías”, cuyo contenido —salvo la conferencia “Los experimentos mentales en la investigación filosófica”, dictada por la Dra. Jéssica Georgina Cabuto García de la Universidad de Guadalajara y el Cine-debate “Film-o-Sofía” organizado por la Academia Perspectiva Epistémica— corrió a cargo de estudiantes y profesores de ese Programa Académico.

Ahí, en el coloquio de avances de tesis y en las 6 mesas de presentación de ponencias, se abordaron temas —abstractos y concretos, antiguos y contemporáneos— de lo más diversos: la libertad, los derechos de las mujeres, la cultura de la cancelación, las redes sociales, la democracia representativa y la democracia participativa, la educación y la didáctica de la filosofía, el diálogo [neo]socrático, el ser, la relación filosofía-ciencia, la hermenéutica, la estética, el arte, la censura, la justicia social, el concepto de filosofía, el concepto de filosofía, el desafío de la filosofía para el desarrollo de las personas y del bien común, la felicidad, la virtud, la tragedia, la autenticidad-inautenticidad de una filosofía hispanoamericana…

Y se pudo ver desfilar filósofos y hasta poetas “de ayer y de hoy”: Homero, Eurípides, Sócrates, Platón, Aristóteles, John Stuart Mill, Walter Benjamin, George Berkeley, René Descartes, San Agustín, Ludwig Wittgenstein, Augusto Salazar-Bondy, Leopoldo Zea, Matthew Lipman, Ann Sharp, así como a estudiantes —varones y mujeres— de los primeros semestres, de los semestres medios e, incluso de egresados, pudiéndose percibir los momentos distintos de sus procesos formativos, así como algunos trabajos brillantes.

En verdad, un amplio y sabroso menú filosófico en el que se evidenció la relevancia del ejercicio de la razón, desde la educación inicial hasta el nivel de los posgrados, pasando por la formación básica a nivel profesional, cuyo culmen deseado —aunque no siempre alcanzado—, lo constituye la elaboración de tesis de acuerdo con las inquietudes despertadas a lo largo de los semestres y, en algunos casos, con una relevancia social poco menos que exigible en situaciones como la de países como los nuestros, que no han sido capaces aún de ofrecer a sus habitantes niveles de vida propios de su dignidad y en los que se siguen dando situaciones inaceptables de pobreza, desigualdad, inseguridad, discriminación y violencia.

En ese contexto, es pertinente hacer referencia al mensaje que la Directora General de la UNESCO, Audrey Azoulay en el que, entre otras cosas escribe:

“La filosofía no es solo una ciencia milenaria, alimentada por tradiciones de todo el mundo, sino que es también un ejercicio vivo de cuestionamiento y concepción del mundo, tal como es, pero también tal como podría o debería ser.

Para construir un mundo mejor, para avanzar hacia un ideal de paz, sabemos que debemos adoptar un enfoque filosófico, es decir, debemos cuestionar los defectos de nuestro mundo, más allá del tumulto de las crisis.

La filosofía es, por tanto, esencial a la hora de definir los principios éticos que deben guiar a la humanidad.

La filosofía es igualmente insustituible si queremos repensar de manera sostenible nuestra relación con los seres vivos, ante la urgencia de las perturbaciones climáticas y el colapso de la biodiversidad”.

Interesante que ese carácter milenario y plural, vivo y tendiente hacia la paz, con sus vertientes ética, política, antropológica y ecológica de la filosofía que subraya la directora del organismo de la Organización de las Naciones Unidas que vela por la educación, la cultura y la ciencia, estuvieron presentes en ese coloquio conmemorativo realizado en el pequeño auditorio de la Unidad Académica de Educación y Humanidades de la UAN, de manera muy especial en lo que, a primera vista podría parecer menos relevante: la Filosofía para Niños [esa es su acepción más generalizada] que ha llegado a ser una de las principales actividades de vinculación del programa con la sociedad nayarita, especialmente en el ámbito escolar, tanto en el nivel básico, como en el medio superior y, recientemente, en el inicial.

Puede parecer quimérico ese intento de llevar a la niñez la filosofía o, mejor aún a la niñez a la filosofía, pero no lo es, si se parte del hecho de que uno de los componentes humanos clave es la capacidad de pensar crítica y creativamente, como lo expresan algunos intentos de definición de la filosofía como actividad y como se destaca en la pedagogía de la filosofía con niños, niñas y adolescentes [una definición más sofisticada e incluyente] que busca desarrollar, de manera lúdica, habilidades críticas, creativas y de cuidados, o dicho de otra manera, habilidades para plantear preguntas, intentar respuestas, cuestionar lo dado y establecido; para imaginar situaciones y condiciones que modifiquen lo que es y, algo clave no solo en la infancia, actitudes de autoestima, escucha atenta, diálogo, respeto a quien piensa, actúa o es diferente, de crear consensos…

¿Coincidencia? ¿casualidad? ¿interconexión? No lo sé a ciencia cierta, pero, mientras se realizaba el Coloquio con motivo del Difil-2022, autoridades de la Universidad Autónoma de Nayarit y del Gobierno del Estado, buscaban llegar a un acuerdo para instrumentar en los planteles de educación básica de nuestro estado programas de filosofía orientados a los niños, niñas y adolescentes de las escuelas públicas, algo que, sin duda, sería ampliamente satisfactorio para la comunidad filosófica de la UAN que vería cumplido uno de los sueños de las comunidades filosóficas de nuestro país, particularmente a partir de la inclusión de la filosofía en los planes y programas de estudio de acuerdo con el Artículo 3º constitucional reformado el 15 de mayo de 2019, si bien no se puede ser ingenuo y no darse cuenta que una vez plasmada la exigencia del Observatorio Filosófico de México en el texto constitucional y recibido el apoyo requerido, el paso del “dicho” al “hecho” no se ha dado y no está claro que se llegue a dar al revisar las propuestas de la Nueva Escuela Mexicana.

A final de cuentas, seres humanos críticos, creativos, con un buen nivel de autoestima, apertura al diálogo y a la pluralidad, serán siempre incómodos para quienes detentan el poder, sean estos tricolores, azules, amarillos, verdes, naranjas, guindas o multicolores…

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